Esa carcajada estuvo cerca

En mayo y junio, los estrenos mundiales estuvieron a la orden del día. Los superhéroes se vieron representados por un entretenido e irreverente Robert Downey Jr. dando vida a Iron Man, en contraste con un afligido Edward Norton en El Increíble Hulk. Las secuelas también se multiplicaron en las carteleras gracias a la polémica Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal (por sus llamativos errores de geografía e historia, y en general por su imagen tan distorsionada del Perú) y la más bien inofensiva Las Crónicas de Narnia: El Príncipe Caspian. Pero también hubo espacio para la comedia de acción gracias a El Super Agente 86 (Get Smart).

Inspirada en la clásica serie de TV de los años 60, esta película nos presenta a Maxwell Smart (Steve Carell), cuando el jefe (Alan Arkin) de la agencia de espías conocida como Control lo promueve a agente y le asigna su primera misión: ir tras los pasos de Siegfried (Terence Stamp), la cabeza de Kaos, quien tiene un plan siniestro para apoderarse del mundo. En esta misión, su compañera será la audaz Agente 99 (Anne Hathaway), quien desde un principio desconfía de Maxwell por su torpeza e inexperiencia.

Apoyada por un gran presupuesto, la película no escatima esfuerzos en mostrar espectaculares escenas de acción sacadas directamente del catálogo habitual de películas de acción: peleas de uno contra todos incluyendo patadas imposibles; persecuciones interminables a bordo de autos, aviones y trenes; bombas que amenazan con estallar cerca del Presidente de Estados Unidos y otros tantos lugares comunes.

Tanta adrenalina alcanza para darle cuerda por largo rato a la historia, pero llega un punto en que uno se pregunta dónde están los chistes. Porque como comedia, El Super Agente 86 es una entretenida película de acción. Es decir, que entre pelea y persecución, crean alguna situación supuestamente cómica, pero sólo funciona la mitad del tiempo. Y no por falta de talento, sino más bien de inspiración. Por ejemplo, el supuesto giro sorprendente del final, cuando se revela la identidad secreta de uno de los personajes secundarios, es más predecible que la realización de una inminente secuela.

Steve Carell saltó a la fama gracias a su papel estelar en Virgen a los 40 y posteriormente ganó prestigio gracias a la premiada Little Miss Sunshine y la serie de TV The Office. Aquí cumple con dignidad el reto de calzarse el famoso zapatófono de Don Adams y aunque generalmente es un tipo muy gracioso, no es su culpa que el guión haya sido escrito con absoluta flojera. Quien se luce más, a mi parecer, es la carismática Anne Hathaway (recordada por El Diario de la Princesa, Brokeback Mountain y más recientemente, El Diablo viste a la moda), quien demuestra que ya está lista para dejar el estereotipo de chica ingenua para ponerse el escotado traje de femme fatale y ser encantadora mientras dispara a quemarropa.

Título Original: Get Smart
Director: Peter Segal
País y Año: Estados Unidos, 2008
Actores: Steve Carell, Anne Hathaway, Alan Arkin, Dwayne Johnson, Terence Stamp, Bill Murray
Calificación: ** 1/2

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