Soledad compartida
Criatura de la noche sigue el encuentro de dos seres solitarios. Oskar es un niño de 12 años que no se halla en ninguna parte. En el colegio, no tiene amigos y por el contrario, es acosado por tres compañeros que siempre lo reciben con insultos, amenazas y golpes. Como sus padres están separados, vive solo con su mamá en un gran edificio al que se acaba de mudar una misteriosa chica que desde el inicio le advierte que no pueden ser amigos. Eli también tiene 12 años, pero ha tenido esa edad por lo menos durante 200 años.
Eli es una pequeña vampiresa que vive con un misterioso ayudante que aparenta ser su padre frente a los demás vecinos y que le provee de la sangre que necesita para sobrevivir. Una serie de asesinatos que ocurren tras la llegada de Eli y su ayudante despiertan el pánico en el vecindario y crean una opresiva atmósfera de peligro y suspenso.
Esta cinta sueca de bajo presupuesto no es la típica cinta frívola de vampiros y, por ende, se ubica en un extremo opuesto a la artificial Crepúsculo. Criatura de la noche clava sus dientes en el territorio de las emociones más hondas y las sensaciones más desoladoras: la soledad, la angustia y la necesidad de encajar en un mundo hostil.
Al margen de la temática de vampiros, la película se concentra en trazar la entrañable relación de amistad incondicional entre Oskar y Eli, quienes crean sus propios códigos y desafían los límites impuestos por sus propios temores.
Es notable la diferencia de encuadres para reforzar la relación de Oskar con Eli vs. la gente que lo rodea. Cuando está en el colegio, con sus padres o caminando solo por las calles, vemos a Oskar en planos generales que intensifican su soledad y falta de conexión. Cuando está con Eli, en cambio, se privilegian los planos más cerrados que marcan la intimidad y cercanía entre ambos personajes.
La película no juzga a Eli ni siquiera cuando tiene que matar para sobrevivir. Por el contrario, se compadece de ella y de su condición de marginal que ha aprendido a vivir sacrificándose. Este retrato de resignación contrasta con el de otro personaje secundario que recibe la mordida fatal, pero es incapaz de vivir por el resto de su vida escondiéndose en las sombras y esperando ansiosa el cuello de su siguiente víctima.
Criatura de la noche fue la sensación en muchos festivales y premiaciones europeas hace un par de años y su merecida condición de película de culto le ha valido el dudoso honor de inspirar un remake en Hollywood, por estrenarse a fines de este año. Me temo que la versión gringa será más sensacionalista y sangrienta, alejándose de la sutileza de la original. El mejor cine de terror nos invita a imaginarnos lo que pasa fuera del encuadre y lejos de nuestra vista, como ocurre en este caso, en escenas magníficas como la del ataque en la piscina.
Título original: Låt den rätte komma in
País y año: Suecia 2008
Director: Tomas Alfredson
Actores: Kåre Hedebrant, Lina Leandersson, Per Ragnar, Peter Carlberg, Ika Nord, entre otros.
Calificación: ****
Eli es una pequeña vampiresa que vive con un misterioso ayudante que aparenta ser su padre frente a los demás vecinos y que le provee de la sangre que necesita para sobrevivir. Una serie de asesinatos que ocurren tras la llegada de Eli y su ayudante despiertan el pánico en el vecindario y crean una opresiva atmósfera de peligro y suspenso.
Esta cinta sueca de bajo presupuesto no es la típica cinta frívola de vampiros y, por ende, se ubica en un extremo opuesto a la artificial Crepúsculo. Criatura de la noche clava sus dientes en el territorio de las emociones más hondas y las sensaciones más desoladoras: la soledad, la angustia y la necesidad de encajar en un mundo hostil.
Al margen de la temática de vampiros, la película se concentra en trazar la entrañable relación de amistad incondicional entre Oskar y Eli, quienes crean sus propios códigos y desafían los límites impuestos por sus propios temores.
Es notable la diferencia de encuadres para reforzar la relación de Oskar con Eli vs. la gente que lo rodea. Cuando está en el colegio, con sus padres o caminando solo por las calles, vemos a Oskar en planos generales que intensifican su soledad y falta de conexión. Cuando está con Eli, en cambio, se privilegian los planos más cerrados que marcan la intimidad y cercanía entre ambos personajes.
La película no juzga a Eli ni siquiera cuando tiene que matar para sobrevivir. Por el contrario, se compadece de ella y de su condición de marginal que ha aprendido a vivir sacrificándose. Este retrato de resignación contrasta con el de otro personaje secundario que recibe la mordida fatal, pero es incapaz de vivir por el resto de su vida escondiéndose en las sombras y esperando ansiosa el cuello de su siguiente víctima.
Criatura de la noche fue la sensación en muchos festivales y premiaciones europeas hace un par de años y su merecida condición de película de culto le ha valido el dudoso honor de inspirar un remake en Hollywood, por estrenarse a fines de este año. Me temo que la versión gringa será más sensacionalista y sangrienta, alejándose de la sutileza de la original. El mejor cine de terror nos invita a imaginarnos lo que pasa fuera del encuadre y lejos de nuestra vista, como ocurre en este caso, en escenas magníficas como la del ataque en la piscina.
Título original: Låt den rätte komma in
País y año: Suecia 2008
Director: Tomas Alfredson
Actores: Kåre Hedebrant, Lina Leandersson, Per Ragnar, Peter Carlberg, Ika Nord, entre otros.
Calificación: ****
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