El anillo ha perdido brillo
Asistir a una función de El Hobbit: Un viaje inesperado es como reencontrarse con unos viejos amigos que ahora tienen nuevos compañeros: aunque se intente revivir la magia de épocas pasadas, las buenas intenciones de hoy palidecen frente a los buenos recuerdos de ayer.
Esta es la primera parte de una trilogía ambientada 60 años antes de El Señor de los Anillos. Aunque al principio se resiste, el hobbit Bilbo Bolsón, se embarca en una gran aventura junto al mago Gandalf y trece enanos, a quienes debe ayudar a recuperar el reino de Erebor, que fue invadido por el dragón Smaug. Este viaje los lleva a atravesar el país de los elfos y los bosques de los trolls. Durante la travesía, Bilbo encuentra el hipnótico anillo que cambiará su vida.
Es inevitable entusiasmarse con la aparición de personajes emblemáticos de la saga de El Señor de los Anillos, como Gandalf, Gollum, Frodo, Galadriel y Saruman, pues son ellos quienes le dan interés y emoción a la cinta. En contraparte, el protagonista Bilbo (Martin Freeman) es un héroe sin convicción ni carisma, mientras que los enanos que lo acompañan no tienen mayores cualidades que los ayuden a distinguirse entre sí.
En la tercera hora de metraje, la presencia del fascinante Gollum llega a salvar la película, con su personalidad manipuladora, su ambigüedad inquietante y su esquizofrenia desatada. Justamente, la mejor escena del film es el juego de los acertijos, en el que Bilbo y Gollum desafían mutuamente su inteligencia.
El director Peter Jackson se atrevió a hacer con El Hobbit un cambio innovador: en vez de proyectar la película en 24 fotogramas por segundo (como se ha hecho siempre en la historia del cine), ha optado por hacerlo en 48 fotogramas por segundo, un formato que permite darle un aspecto supuestamente más real a la imagen. El problema de ese realismo extremo es que en algunas escenas, el movimiento luce muy acelerado y a la vista le cuesta cierto trabajo adaptarse al inicio.
Un viaje inesperado tiene características comunes con La comunidad del anillo: ambas son la primera parte de una trilogía y, por tanto, su función es presentar a los personajes y adelantar los conflictos que se resolverán recién en las secuelas. Pero en el caso de la primera película de El Hobbit, no se justifican las tres horas de duración, porque hay ciertas escenas intrascendentes que bien pudieron quedarse en la sala de edición. En nombre de las buenas memorias que creó en la anterior trilogía, esperemos que el anillo codiciado recupere su brillo en las próximas entregas de El Hobbit.
Esta es la primera parte de una trilogía ambientada 60 años antes de El Señor de los Anillos. Aunque al principio se resiste, el hobbit Bilbo Bolsón, se embarca en una gran aventura junto al mago Gandalf y trece enanos, a quienes debe ayudar a recuperar el reino de Erebor, que fue invadido por el dragón Smaug. Este viaje los lleva a atravesar el país de los elfos y los bosques de los trolls. Durante la travesía, Bilbo encuentra el hipnótico anillo que cambiará su vida.
Es inevitable entusiasmarse con la aparición de personajes emblemáticos de la saga de El Señor de los Anillos, como Gandalf, Gollum, Frodo, Galadriel y Saruman, pues son ellos quienes le dan interés y emoción a la cinta. En contraparte, el protagonista Bilbo (Martin Freeman) es un héroe sin convicción ni carisma, mientras que los enanos que lo acompañan no tienen mayores cualidades que los ayuden a distinguirse entre sí.
En la tercera hora de metraje, la presencia del fascinante Gollum llega a salvar la película, con su personalidad manipuladora, su ambigüedad inquietante y su esquizofrenia desatada. Justamente, la mejor escena del film es el juego de los acertijos, en el que Bilbo y Gollum desafían mutuamente su inteligencia.
El director Peter Jackson se atrevió a hacer con El Hobbit un cambio innovador: en vez de proyectar la película en 24 fotogramas por segundo (como se ha hecho siempre en la historia del cine), ha optado por hacerlo en 48 fotogramas por segundo, un formato que permite darle un aspecto supuestamente más real a la imagen. El problema de ese realismo extremo es que en algunas escenas, el movimiento luce muy acelerado y a la vista le cuesta cierto trabajo adaptarse al inicio.
Un viaje inesperado tiene características comunes con La comunidad del anillo: ambas son la primera parte de una trilogía y, por tanto, su función es presentar a los personajes y adelantar los conflictos que se resolverán recién en las secuelas. Pero en el caso de la primera película de El Hobbit, no se justifican las tres horas de duración, porque hay ciertas escenas intrascendentes que bien pudieron quedarse en la sala de edición. En nombre de las buenas memorias que creó en la anterior trilogía, esperemos que el anillo codiciado recupere su brillo en las próximas entregas de El Hobbit.
Título original: The Hobbit: An Unexpected Journey
País y año: Estados Unidos y Nueva Zelanda, 2012
Director: Peter Jackson
Actores: Martin Freeman, Ian McKellen, Richard Armitage, Andy Serkis, Cate Blanchett, Dean O'Gorman, Aidan Turner, entre otros.
Calificación: ** 1/2.
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