7 Semana del Cine ULima: Petite Maman

Después de comentar la maravillosa Las cosas que decimos, las cosas que hacemos (Les choses qu'on dit, les choses qu'on fait), comparto mi crítica de Petite Maman, otra fascinante película francesa vista en la 7 Semana del Cine de la Universidad de Lima.


Petite Maman
(Francia 2021) es una fábula tan encantadora como desconcertante que, desde la mirada delicada y curiosa de una niña, desentraña algunos misterios relacionados con la maternidad, la memoria y el legado de los padres que se perpetúa a través de los hijos. 

En un apacible bosque, donde parece haberse detenido el tiempo, la pequeña Nelly (Joséphine Sanz) de 8 años de edad, conoce a Marion (Gabrielle Sanz), una niña idéntica a ella y entabla una amistad entrañable. Entre juegos y confesiones, se revela el lazo inquebrantable que las conecta más allá del espacio y el tiempo.

Distintas metáforas nos van dando pistas sobre la relación que se establece entre ambas niñas. Ellas comparten una cabaña en el bosque, hecha a partir de ramas, que representan ese hogar y ese refugio seguro donde pueden protegerse del dolor y las preocupaciones. Luego, en casa de Marion, juegan a ser actrices, representan papeles y se asignan funciones. ¿Son niñas pretendiendo ser mujeres adultas o acaso son personas grandes que gracias a un juego vuelven a ser pequeñas?


Como en sus largometrajes predecentes
Bande de filles y Retrato de una mujer en llamas, la directora Céline Sciamma continúa explorando la forma en que la identidad femenina se construye y se reafirma, mostrando cómo se forjan esos vínculos entre mujeres, ya sean amigas, amantes o madres e hijas. En el universo narrativo de Sciamma, las protagonistas son mujeres fuertes que descubren su propio destino de la mano de otras mujeres.

La notable dirección de Sciamma destaca por su precisión y economía de recursos. Narra una historia aparentemente sencilla, con pocos personajes y escasos elementos, pero con mucha sutileza y perspicacia recubre su relato de profundidad y emoción, recordándonos que los niños suelen heredar muchas características de sus padres y que estos pueden verse reflejados en sus propios hijos, como un creador que admira su obra y se reconoce en ella.

Calificación: 8/10.

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