Top Gun: Maverick alza vuelo impulsado por la emoción y la adrenalina

Top Gun: Maverick (Estados Unidos 2022) es una secuela que supera a nivel narrativo y técnico a su predecesora al hermanar fluidamente la tradición y la modernidad. Es como un avión que impresiona tanto por sus adelantos tecnológicos, como por la destreza de un piloto veterano que sabe cómo surcar de forma espectacular los cielos de la emoción y la adrenalina.

Treinta y seis años después del estreno de Top Gun (1986), llega esta continuación en la que Pete “Maverick” Mitchell es un piloto de pruebas que maneja a una velocidad más alta de la permitida,  desafiando así a sus superiores en la Marina estadounidense. Como castigo, es enviado a entrenar a un grupo de pilotos recién graduados, para prepararlos para una misión muy arriesgada. 


El director Joseph Kosinski (
Tron: El legado, Oblivion) logra una hazaña poco común en el cine comercial hecho en Hollywood: filma una secuela que rinde homenaje a la película original sin caer en un calco que repita la fórmula al pie de la letra. Kosinski ofrece los suficientes guiños de nostalgia al pasado, pero no se queda allí, sino que acelera para mostrarnos algunas de las escenas de acción más portentosas del cine reciente.

La película se vale de una factura técnica impecable, en especial la edición, la fotografía y el diseño sonoro. Cada acrobacia aérea y cada decisión de vida o muerte que toma Maverick en la cabina del piloto están filmadas de manera tan experta que, en los mejores momentos, cortan el aliento, a pesar de que sepamos exactamente cómo terminará la misión de los protagonistas.

Como una verdadera estrella de cine, Tom Cruise carga la película sobre sus hombros, con esa mezcla de carisma y arrogancia que define a casi todos sus personajes y que es su marca registrada. Pero lo más interesante esta vez es cómo se entrecruzan el arco narrativo de Maverick y la propia carrera del actor: ambos se enfrentan al paso del tiempo, a su propio legado y a la necesidad de entender que la madurez implica también saber cuándo entregarle la posta a quienes vienen detrás.

Es cierto que, al igual que la película original, Top Gun: Maverick coquetea descaradamente con la exacerbación del poderío y la valentía de las fuerzas armadas de Estados Unidos. Y es verdad que los personajes femeninos están poco desarrollados. Pero a pesar de esos baches, esta secuela recuerda a un tipo de blockbuster que ya casi no se hace, uno que privilegia la exploración de las relaciones interpersonales y la búsqueda de emociones genuinas antes de que la acción frenética sin sentido.

Calificación: 7/10.

Esta película está actualmente en la cartelera peruana.

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