La marcha (de protesta) de los pingüinos

Advertencia: Detrás de estos pingüinos aparentemente inofensivos que cantan y bailan, se esconden unos militantes políticos con el fervor de Sean Penn, Susan Sarandon o George Clooney.

Los pingüinos emperador saltaron al mundo de los ricos y famosos gracias a La Marcha de los Pingüinos, ganador del Oscar a mejor documental este año y el segundo más taquillero de todos los tiempos, después de Fahrenheit 9/11. En Happy Feet, Memphis (voz de Hugh Jackman) y Norma Jean (voz de Nicole Kidman) se enamoran cantando y tienen un hijo, Mumble (voz de Elijah Wood), quien es humillado en la escuela porque no sabe cantar, cosa inaceptable porque todos los pingüinos deben encontrar su “canción del corazón” para poder conquistar a su pareja. Pero Mumble en cambio tiene talento para el baile, algo que avergüenza a su padre, quien considera que eso “no es pingüino”. Sin embargo, encontrará apoyo en su amiga Gloria (voz de Brittany Murphy) y en un encantador grupo de pingüinos de origen latino llamados “Los amigos” (de los cuales, Robin Williams da voz a dos del clan además del gurú Lovelace).

Happy Feet se presenta así como una historia de tolerancia a la diversidad, de aceptarse a uno mismo y a los demás, de reconocer los talentos escondidos y de explotarlos al máximo. Esta premisa, tantas veces manoseada en muchas películas cursis e inspiradas en casos reales de superación de la adversidad, aquí funciona muy bien gracias al humor (por momentos corrosivo) del guión, a la gran simpatía de los personajes y a los espectaculares números musicales.

Tal y como hizo el visionario Baz Luhrmann con Moulin Rouge!, aquí George Miller (recordado por la serie de películas Mad Max y Babe), hace que sus personajes canten temas clásicos de la cultura pop, lo cual divierte por su osadía y por el nuevo sentido que pueden adquirir dichas canciones. Por ejemplo, la versión de “Somebody to love” de Queen que canta Brittany Murphy es brillante. Ya habíamos podido disfrutar de las dotes de Nicole Kidman para el canto gracias al musical que le dio su primera nominación al Oscar (Moulin Rouge!) y Hugh Jackman ha representado papeles en obras musicales de teatro; pero la voz de Brittany Murphy es un grato descubrimiento que no debe pasar desapercibido.

Hacia el final (del cual no revelaré nada), la película cambia inesperadamente de rumbo y los mensajes entre líneas se dirigen a los terrenos de la política, principalmente sobre el medio ambiente. El desenlace desconcierta y deja ciertas interrogantes listas para que se instale el debate.

¿Puede una película supuestamente infantil o familiar tener un marcado contenido político o atreverse a mostrar a los tiernos pingüinitos en poses comprometedoras?, se han preguntado los sectores más conservadores de la sociedad de Estados Unidos. A muchos aún les cuesta entender que no todas las películas de animación se dirigen exclusivamente al público infantil; y ésta en particular, pretende crear conciencia en ellos y, más aún, en sus padres sobre ciertos problemas. El mensaje “serio” puede resultar ciertamente forzado, dada la alegría que instalaron previamente las escenas cómicas y los vistosos números musicales, pero son denuncias válidas que llegan camuflándose en una de las películas de animación más logradas y entretenidas que yo recuerde.

Título Original: Happy Feet
País y Año: Estados Unidos, 2006
Director: George Miller
Con las voces de: Elijah Wood, Brittany Murphy, Robin Williams, Nicole Kidman, Hugh Jackman y otros.
Calificación: *** 1/2

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