Memorias de una emperatriz

El cine nos ha regalado memorables familias disfuncionales, desde Belleza Americana hasta Little Miss Sunshine. Pero esas familias, tan cotidianas y hasta hilarantes, poco tienen que ver con los secretos y conspiraciones que habitan el gigantesco palacio de los emperadores chinos en La Maldición de la Flor Dorada.

Durante la Dinastía Tang, el emperador (Chow Yun-Fat) regresa con su hijo, el Príncipe Jai (Chou Jay), al palacio imperial después de un largo viaje. La emperatriz (Gong Li) está obsesionada con bordar unos crisantemos dorados como preparativos para un festival muy importante que se aproxima, pero su salud ha venido decayendo de forma repentina. Ella está molesta por la indiferencia del Príncipe Wan (Liu Ye), su hijastro, quien antes fue su amante, pero ahora tiene un romance con una sirvienta.

No sólo esta familia maneja agendas secretas. La familia del médico del emperador también tiene sus propios conflictos, los que al chocar con los de la familia real, producirán el estallido de sangrientos enfrentamientos. Lo cual nos conduce a la marca registrada del director Zhang Yimou (Héroe, La Casa de los Cuchillos Voladores): espectaculares despliegues de artes marciales filmados con elegancia y grandeza.

Mientras la historia avanza y vamos resolviendo el rompecabezas, la tensión crece hasta que los personajes entran en estados que no sabemos juzgar como locura temporal o arranques de histeria, lo que hace más intensos sus enfrentamientos. Al final, nos queda la sensación de estar viendo una tragedia de Shakespeare en la que la muerte es la solución más solemne a los conflictos y uno tiene que matar para sobrevivir.

Los papeles de los emperadores recaen en dos actores bastante experimentados. A Chow Yun-Fat lo recordamos por su participación en Ana y el Rey, El Tigre y el Dragón y más recientemente Piratas del Caribe: En el fin del mundo, lo cual habla muy bien de su versatilidad. Gong Li, quien le diera vida a Hatsumomo en Memorias de una geisha, aquí es la principal atracción del reparto y logra concentrar la atención en cada encuadre cuando domina la situación con su porte desafiante.

Los impresionantes vestuarios dorados y armaduras plateadas lucen como auténticas obras de arte. La fotografía también tiene sus puntos altos en encuadres de colores fuertes, gran expresividad y movimientos coreografiados, como cuando la sangre salpica los crisantemos en el campo de batalla o cuando la bebida vuela en cámara lenta en la escena final. Dos momentos notables cargados de belleza y contrastes.

Título Original:
Man cheng jin dai huang jin jia
País y Año: Hong Kong, China 2006
Director: Zhang Yimou
Actores: Chow Yun-Fat, Gong Li, Chou Jay, Liu Ye
Calificación: *** 1/2

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Es un exito!!! me gusto bastante en especial los colores y la fotografia, le doy 4 estrellitas.
Meke ha dicho que…
Es una exelente pelicula, las actuaciones principales con impecables, ademas que el fil no abusa de efectos especiales, y logrando con sus escenarios un exelente resultado.

Buena, y el final fue inesperado, aunque si, fue bueno.


saludos.

Entradas populares de este blog

Chabuca: Unas polleras brillan más que otras

Retratos del horror y la belleza en lo cotidiano

El horror cotidiano que emana de los medios