La pena enraizada

Madeinusa fue una doble revelación hace tres años: por un lado, la visión creativa y audacia de la directora Claudia Llosa y por el otro, la honestidad e intensidad de la actriz Magaly Solier. Ahora esta dupla vuelve con La Teta Asustada , cinta que continúa revitalizando el cine peruano y que lo coloca en un nuevo nivel de calidad. Fausta (Solier) sufre de una rara enfermedad conocida como la “teta asustada”, la cual se hereda a través de la leche materna de mujeres que han sido violadas durante los años de la violencia terrorista. Por ese trauma de la madre, Fausta tiene un miedo terrible a la vida, una desolación que le impide relacionarse con otras personas más allá de su familia. Ante la muerte de su madre, Fausta buscará el dinero suficiente para viajar de Lima a su pueblo y darle sepultura allá. El tono que Llosa escoge para narrar esta historia no está teñido de fatalismo ni de llanto descontrolado. Es cierto que la historia comienza con mucha tristeza y una confesión desgarra...