Muñecos bravos

Han pasado 15 años desde que Pixar estrenó Toy Story. Esta película, que contaba las aventuras de varios juguetes que cobraban vida cuando su dueño no los veía, representó una gran innovación tecnológica: era el surgimiento del cine de animación digital. En 1999, Toy Story 2 confirmó el enorme ingenio de los creativos de Pixar. Este año, los juguetes regresan para demostrar la madurez y evolución de este imbatible estudio de animación.

Toy Story 3 arranca cuando Andy, el dueño de los muñecos, está por irse a la universidad y su mamá lo empuja a tomar una decisión sobre el destino de sus juguetes: pueden ir a parar a la basura o al ático. Por una equivocación, la caja de juguetes termina siendo donada a la guardería Sunnyside.

Ahí, los clásicos personajes de la trilogía sienten que llegan a un paraíso, pero no tardan en darse cuenta que los niños de edad pre-escolar son pequeños monstruos que decapitan, golpean y bañan en saliva a los juguetes. Peor aún, un grupo de muñecos rebeldes, comandados por un oso de peluche dictatorial, han convertido la guardería en una prisión de la que es imposible escapar.

Los entrañables personajes que conocimos en las dos primeras cintas continúan con las baterías cargadas de humor negro, ternura y neurosis. Esta vez, además, tienen que batallar contra poderosos rivales, como la inutilidad, el olvido y la adaptación al cambio.

Entre los personajes nuevos, destaca un violento e inexpresivo bebé grande que se convierte en un inesperado villano de película de terror, un temible mono chillón que vigila las cámaras de seguridad y un histriónico puercoespín que sueña con ser actor de teatro. Pero ninguno de ellos genera tantas carcajadas como Ken, el eterno novio de Barbie, caracterizado como un egocéntrico metrosexual que tiene un interminable walk-in closet.

Toy Story 3 puede ser disfrutada a rabiar por gente de cualquier edad, pero definitivamente tiene un mayor valor emocional para la generación que creció viendo el inicio de esta saga. Nos conciernen más los temas que la película expone con gran pertinencia: el inevitable trance a la madurez y el apego a las cosas materiales que asociamos con la felicidad.

Es raro que una secuela iguale a sus antecesoras, pero el capítulo final de esta trilogía resulta ser el más triste y el más hilarante, el más perverso y el más emocionante. Toy Story 3 es la mejor entrega de esta serie y su fantástico desenlace funciona como una emotiva despedida, como un sentido adiós a algo que hemos querido tanto pero que ya es tiempo de ver partir.

Título original: Toy Story 3
País y año: Estados Unidos, 2010
Director: Lee Unkrich
Con las voces de: Tom Hanks, Tim Allen, Joan Cusack, Ned Beatty, Michael Keaton, entre otros.
Calificación: **** 1/2

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