Desafiando la gravedad y las expectativas
Wicked (Wicked: Part One, Estados Unidos, 2024) es la exuberante, emocionante y sobrecargada adaptación cinematográfica del primer acto del conocido musical homónimo de Broadway. A pesar de algunos altibajos a nivel visual, esta película se ve potenciada por el buen maridaje de contagiosas canciones y formidables intérpretes que les den vida, así como por su oportuno alegato político contra los regímenes que persiguen y castigan a todo aquel que sea diferente.
La historia se ubica en el mismo universo de la clásica película El Mago de Oz (1939), pero mucho antes que de Dorothy recorra el camino de baldosas amarillas. Al llegar a la Universidad de Shiz, se cruzan los destinos de Elphaba (Cynthia Erivo), una chica discriminada por su piel de color verde, y Glinda (Ariana Grande), una chica carismática y popular. Tras un crucial encuentro con el Mago de Oz, la improbable amistad de Elphaba y Glinda es puesta a prueba.
Luego del estreno del exitoso musical Wicked en Broadway en 2003, comenzó el largo proceso para su migración al cine. Tras algunos cambios de director (Stephen Daldry estuvo al frente del proyecto en algún momento), finalmente el elegido para dirigir esta adaptación fue Jon M. Chu (Crazy Rich Asians, In the Heights). Su puesta en escena es más efectiva en la ejecución de los números musicales (en especial "Dancing Through Life" y "Popular"), que en las escenas habladas.
A nivel narrativo, Wicked sigue la tendencia de otras películas recientes de revisitar las historias de villanos (en este caso la Malvada Bruja del Oeste de El mago de Oz) y contarnos un relato alternativo donde se explican otras aristas de esa supuesta maldad. Como la obra en la que se inspira, esta película denuncia sin sutileza ni medias tintas a esos gobernantes combativos que lanzan campañas de desinformación y satanizan a todos aquellos que no sean parte de lo que aquellos consideran que atenta contra lo “tradicional” (los migrantes, la comunidad LGTB, etc.), mostrándolos como “el enemigo común”. En la coyuntura de la reciente reelección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, ese discurso cobra mayor relevancia.
Sin embargo, a pesar de la potencia innegable de los números musicales, a nivel visual la película no tiene un acabado prolijo. A pesar de que en los musicales la convención de género es que todo sea colorido y deliberadamente extravagante, aquí la iluminación es excesivamente sobrecargada en algunas escenas, mientras que los efectos visuales y los decorados recuerdan la artificialidad de los remakes live action de Disney.
A pesar de esos excesos técnicos, esta primera parte del díptico de Wicked (la segunda se estrena dentro de un año) funciona bastante bien gracias a su buen entendimiento de los códigos del género musical, su fantástica banda sonora y, sobre todo, el notable desempeño vocal de sus dos protagonistas. Mientras Ariana Grande sorprende con su buen comic timing, Cynthia Erivo estremece con su portentosa interpretación de la canción insignia del musical "Defying Gravity". Juntas, ambas desafían la gravedad y logran que Wicked se eleve por encima de otras adaptaciones de obras teatrales musicales que fueron llevadas a la pantalla grande.
Calificación: 7/10.
La historia se ubica en el mismo universo de la clásica película El Mago de Oz (1939), pero mucho antes que de Dorothy recorra el camino de baldosas amarillas. Al llegar a la Universidad de Shiz, se cruzan los destinos de Elphaba (Cynthia Erivo), una chica discriminada por su piel de color verde, y Glinda (Ariana Grande), una chica carismática y popular. Tras un crucial encuentro con el Mago de Oz, la improbable amistad de Elphaba y Glinda es puesta a prueba.
A nivel narrativo, Wicked sigue la tendencia de otras películas recientes de revisitar las historias de villanos (en este caso la Malvada Bruja del Oeste de El mago de Oz) y contarnos un relato alternativo donde se explican otras aristas de esa supuesta maldad. Como la obra en la que se inspira, esta película denuncia sin sutileza ni medias tintas a esos gobernantes combativos que lanzan campañas de desinformación y satanizan a todos aquellos que no sean parte de lo que aquellos consideran que atenta contra lo “tradicional” (los migrantes, la comunidad LGTB, etc.), mostrándolos como “el enemigo común”. En la coyuntura de la reciente reelección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, ese discurso cobra mayor relevancia.
A pesar de esos excesos técnicos, esta primera parte del díptico de Wicked (la segunda se estrena dentro de un año) funciona bastante bien gracias a su buen entendimiento de los códigos del género musical, su fantástica banda sonora y, sobre todo, el notable desempeño vocal de sus dos protagonistas. Mientras Ariana Grande sorprende con su buen comic timing, Cynthia Erivo estremece con su portentosa interpretación de la canción insignia del musical "Defying Gravity". Juntas, ambas desafían la gravedad y logran que Wicked se eleve por encima de otras adaptaciones de obras teatrales musicales que fueron llevadas a la pantalla grande.
Calificación: 7/10.
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