Conductor veterano, motor nuevo
F1: La película (F1: The Movie, Estados Unidos, 2025) narra una historia de redención que no reinventa la rueda del auto de carreras, pues su guion tiene más de fórmula que de 1, pero a nivel visual ofrece un espectáculo descaradamente enérgico y vibrante que celebra la velocidad y la adrenalina, haciéndonos sentir que volamos por la pista de carreras.
Treinta años después de haberse retirado debido a un accidente, el veterano piloto Sonny Hayes (Brad Pitt) regresa a la Fórmula 1 cuando Rubén Cervantes (Javier Bardem), su antiguo compañero, lo convence de ser parte de su equipo y así intentar convertir una serie de derrotas consecutivas en una racha ganadora.
Luego de lograr un triple éxito de crítica, taquilla y premios con Top Gun: Maverick, el director Joseph Kosinski cambia los aviones de combate por los autos de carreras. Junto al guionista Ehren Kruger crean un relato que toma prestadas algunas partes usadas por otras películas deportivas, en las que un personaje que aparentemente ya se retiró de algún deporte u oficio de pronto obtiene una última oportunidad de alcanzar la gloria.
A ello se suman otros elementos familiares, como la clásica rivalidad entre una figura experta y veterana y otra figura más joven y ambiciosa, como veíamos el año pasado en La sustancia. En este caso, dentro del equipo de Rubén se genera un choque constante (literal y metafóricamente) entre Sonny y Joshua Pearce, otro piloto más joven (Damson Idris), quien es la prometedora nueva estrella de la Fórmula 1. Además, cuando no está corriendo en la pista de carreras, Sonny coquetea con la diseñadora de autos Kate McKenna (Kerry Condon). Ambas tramas secundarias impulsan los motores narrativos de esta ficción.
Si bien a nivel narrativo, F1: La película recorre las pistas de la tradición, la vieja escuela y las convenciones del cine de género, llega airosa a la meta con un arma secreta que la hace adelantar a otras películas de automovilismo: la presencia de Brad Pitt. A sus 61 años, el actor mantiene un carisma incombustible y una cualidad de experimentada estrella de cine que recuerda a Robert Redford cuando entró a sus años otoñales.
Calificación: 7/10.
Esta película está actualmente en la cartelera peruana.
Treinta años después de haberse retirado debido a un accidente, el veterano piloto Sonny Hayes (Brad Pitt) regresa a la Fórmula 1 cuando Rubén Cervantes (Javier Bardem), su antiguo compañero, lo convence de ser parte de su equipo y así intentar convertir una serie de derrotas consecutivas en una racha ganadora.
A ello se suman otros elementos familiares, como la clásica rivalidad entre una figura experta y veterana y otra figura más joven y ambiciosa, como veíamos el año pasado en La sustancia. En este caso, dentro del equipo de Rubén se genera un choque constante (literal y metafóricamente) entre Sonny y Joshua Pearce, otro piloto más joven (Damson Idris), quien es la prometedora nueva estrella de la Fórmula 1. Además, cuando no está corriendo en la pista de carreras, Sonny coquetea con la diseñadora de autos Kate McKenna (Kerry Condon). Ambas tramas secundarias impulsan los motores narrativos de esta ficción.
A nivel técnico, Joseph Kosinski y su equipo de colaboradores logran un resultado asombroso y deslumbrante. Gracias al notable trabajo de la fotografía de Claudio Miranda, el montaje de Stephen Mirrione y Patrick J. Smith y la música de Hans Zimmer, las escenas de carreras están filmadas con desparpajo y crean una experiencia inmersiva, en la que nos sentimos al volante del auto.
Si bien a nivel narrativo, F1: La película recorre las pistas de la tradición, la vieja escuela y las convenciones del cine de género, llega airosa a la meta con un arma secreta que la hace adelantar a otras películas de automovilismo: la presencia de Brad Pitt. A sus 61 años, el actor mantiene un carisma incombustible y una cualidad de experimentada estrella de cine que recuerda a Robert Redford cuando entró a sus años otoñales.
Calificación: 7/10.
Esta película está actualmente en la cartelera peruana.
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