Reinas en Jaque

Dos soberanas han coincidido en nuestra cartelera. Las dos pertenecen a tradiciones y pueblos diferentes, y cada una enfrenta a su manera las crisis que ponen en riesgo su reinado.

Indiferencia en Buckingham

Es medianoche. La Reina Isabel II de Inglaterra (Helen Mirren) es despertada de pronto por una sirvienta. La Princesa Diana ha tenido un grave accidente vehicular en París y está herida de gravedad. Tan sólo unas horas después muere. Tony Blair (Michael Sheen) acaba de ser nombrado Primer Ministro y se comunica inmediatamente con la Reina para coordinar cómo van a afrontar la tragedia. Ella prefiere tratarlo como un asunto privado y familiar. Él sugiere un funeral público y que los británicos tengan la posibilidad de despedirse de la “Princesa del Pueblo”.

A partir de un hecho que impactó a la opinión pública británica e internacional en agosto de 1997, el director Stephen Frears aporta en La Reina (The Queen) su visión personal de cómo Isabel II se vio sumergida sin quererlo en una crisis de popularidad debido a la frialdad inicial con que quiso tratar la muerte de Diana. La prensa y la gente entrevistada por las cámaras de televisión acusaban a la Reina de frívola e indiferente. Paralelamente, mientras su popularidad disminuía, la de Tony Blair iba en aumento.

El guión de Peter Morgan (quien también escribió el guión de El Último Rey de Escocia, otro rey premiado con el Oscar,) triunfa en distintos niveles: desde la forma en que presenta la vida cotidiana de los reyes y los humaniza, hasta los diálogos telefónicos entre la Reina y Tony Blair, todo un manual de negociación en medio de la crisis.

Pero la verdadera estrella de la película es, evidentemente, la notable y premiadísima Helen Mirren. Por este papel ha recibido nada menos que 27 premios a mejor actriz, incluyendo el Oscar, el Globo de Oro y la Copa Volpi del Festival de Venecia. A pesar de que personalmente disfruté un poco más las actuaciones de otras nominadas como Penélope Cruz en Volver y Judi Dench en Escándalo, Mirren es igualmente fantástica. Sus miradas, su lenguaje corporal y especialmente su tono de voz transmiten autoridad y experiencia, pero también ternura en su momento de soledad en la escena del auto atascado en medio del río. Sin convertirla en una mujer carismática ni dulce, Mirren logra que Isabel II parezca por 97 minutos una mujer con grandes responsabilidades y problemas por resolver en casa y en el país, con la que podemos identificarnos.

Título Original: The Queen
País y Año: Reino Unido, 2006
Director: Stephen Frears
Actores: Helen Mirren, Michael Sheen, James Cromwell, Sylvia Syms, Alex Jennings
Calificación: ****

Frivolidad en Versalles

Después de Perdidos en Tokio (Lost in Translation), el siguiente trabajo de Sofia Coppola generó muchísimas expectativas. Fue una verdadera conmoción cuando María Antonieta (Marie Antoinette) tuvo su estreno mundial en el Festival de Cannes de 2006 y fue duramente abucheada por los críticos y periodistas ahí presentes. Sin embargo, aunque no se trate de un trabajo tan redondo como aquel que lanzó al estrellato a Scarlett Johansson, María Antonieta tiene algunos méritos en medio de sus limitaciones.

A los 15 años, la austriaca María Antonieta (Kirsten Dunt) llega al Palacio de Versalles para casarse con el francés Luis XVI (Jason Schwartzman). Al principio, ella se siente desconcertada por costumbres que aunque le parecen absurdas, también le divierten. También siente la presión de tener un hijo, pero Luis XVI ni siquiera la toca cuando las lujosas cortinas de la cama real se cierran. Este detalle, lejos de crear una tensión melodramática, es visto por la directora con sentido del humor y en cierta medida, funciona. La primera mitad de la película también se ve favorecida por la atractiva presentación de lujos y frivolidades de la vida en Versalles: extravagantes vestidos y zapatos, glamorosas fiestas y coloridas tortas y dulces.

Pero si los silencios de la primera mitad crean cierto interés por descubrir a estos personajes, en la segunda parte el espectador llega a cansarse de que nada realmente interesante ocurra con ellos y que todo se limite a seguir apreciando el desfile de modas y el buffet de apetecibles manjares. Para cuando llega la inminente decadencia de la monarquía, uno sólo tiene curiosidad por saber si la famosa decapitación de la Reina genere algo de tensión en el relato, pero ni esa escena ocurre ni María Antonieta se despeina.

La banda sonora a cargo de grupos de rock y pop salva muchas escenas y refuerza la intención de Coppola de mostrar a una reina que en el fondo, es una adolescente común y corriente. Kirsten Dunst no es una mala actriz, pero aquí su desempeño es un poco flojo y ni qué decir del insufrible Jason Schwartzman, totalmente inexpresivo y un error garrafal de casting (cabe mencionar que, curiosamente, es primo de Coppola). Vale la intención de mostrar una visión reivindicatoria del personaje histórico de María Antonieta, pero un mayor esfuerzo por construir un guión más consistente habría sido de gran ayuda para que lo mejor de la película no termine siendo el vestuario.

Título Original: Marie Antoinette
País y Año: Estados Unidos/Francia/Japón, 2006
Director: Sofia Coppola
Actores: Kirsten Dunst, Jason Schwartzman, Judy Davis, Rip Torn, Asia Argento
Calificación: ** 1/2

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