Festival de Lima 2021: 3 críticas de la Competencia de Ficción

Después de comentar algunos títulos de la Competencia Documental de la edición N° 25 del Festival de Cine de Lima, comparto mis críticas de 3 películas de la Competencia de Ficción, provenientes de Perú, México y Argentina. Vale mencionar que el mejor filme que vi en esta categoría fue El perro que no calla de Ana Katz, sobre el cual escribí en febrero luego de verlo en el Festival de Cine de Sundance.

Perú


Autoerótica
se inscribe dentro de la tradición de películas que retratan el coming of age de una adolescente que está en una etapa de exploración y descubrimiento de su sexualidad y de su propia identidad, viéndose de pronto enfrentada a tener que tomar decisiones importantes sobre sí misma.

La ópera prima de Andrea Hoyos aborda temas poco tratados en el cine peruano, como el descubrimiento del placer sexual para una adolescente y la posibilidad de un embarazo a temprana edad. Sin caer nunca en los extremos del morbo ni del moralismo, la directora filma el trayecto de su protagonista Bruna (Rafaella Mey) mostrando con naturalidad y franqueza situaciones cotidianas que son tabúes en una sociedad tan conservadora como la nuestra.

En esa búsqueda de nuevas sensaciones y nuevos caminos que caracteriza a la adolescencia, Bruna es acompañada por tres personajes clave: su madre, su mejor amiga y su profesora de natación. La película acierta en la construcción de esos vínculos femeninos en los que aflora la sororidad, a partir de diálogos y escenas en los que se captura de forma sutil algo tan íntimo como la complicidad.

Calificación: 7/10

México


Noche de fuego transcurre en un pueblo perdido entre las montañas, donde los cárteles del narcotráfico representan una amenaza constante para la vida de los pobladores, especialmente las niñas, adolescentes y mujeres, quienes aprenden desde pequeñas cómo sobrevivir y cuidarse las unas a las otras. 

Después de los premiados documentales El lugar más pequeño y Tempestad, el primer largometraje de ficción de la cineasta Tatiana Huezo narra una historia que, a pesar de estar ambientada en un entorno hostil y opresivo, transmite la mirada inocente y curiosa de unas niñas que transitan un espinoso camino de crecimiento marcado por la adaptación y la resiliencia.

A diferencia de otros filmes mexicanos o latinoamericanos que se regodean en la miseria y la violencia propias de los relatos de narcos y conflictos armados, Huezo opta por mostrar con sobriedad y sutileza cómo la tensión de convivir con esos peligros latentes afecta el desarrollo físico y emocional de las jóvenes protagonistas, quienes se ven obligadas a modificar su aspecto y buscar escondites reales y figurados para huir de unas organizaciones criminales dispuestas a despojarlas de su libertad y todos sus derechos.

Noche de fuego fue elegido el mejor largometraje de la Competencia de Ficción del 25° Festival de Cine de Lima por la Apreci – Asociación Peruana de Prensa Cinematográfica, cuyo jurado integré junto a mis colegas Jacqueline Fowks y Rodrigo Portales.

Calificación: 7/10

Argentina


La chica nueva
es la historia de Jimena, una joven que tras quedar huérfana y desamparada, viaja a Tierra del Fuego, donde vive su medio hermano. Mientras se desplaza de la ciudad a una zona remota y gélida, a nivel emocional Jimena hace el recorrido inverso: se libera progresivamente de la frialdad inicial y encuentra el sentido de pertenencia cuando conoce a un grupo de obreros que la acoge.

Lo que comienza como el relato iniciático de una chica solitaria que busca un vínculo afectivo al cual anclarse se convierte en el retrato de unos trabajadores que deciden exigir mejores condiciones laborales frente a los abusos de la fábrica que los emplea. La búsqueda individual se transforma en una lucha colectiva. Las metas propias cobran otro significado cuando se lucha por los derechos de los demás.

La directora Micaela Gonzalo tiene un auspicio debut con este primer largometraje que recuerda al cine de los hermanos Dardenne y Ken Loach, por abordar frontalmente y sin romanticismo problemáticas sociales como el desempleo y la explotación laboral, mientras los personajes se ven empujados hacia los márgenes por un capitalismo salvaje que prefiere que las personas se comporten como máquinas que solo producen y no cuestionen nada.

Calificación: 7/10.

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