Nightmare Alley: Los monstruos interiores

El callejón de las almas perdidas (Nightmare Alley, Estados Unidos 2021) le permite al cineasta mexicano Guillermo del Toro cambiar de registro: de la fantasía habitual de sus películas previas transita a la perturbadora exploración del alma humana en un thriller con ecos de film noir. Sus monstruos ya no tienen la forma de faunos o criaturas mitológicas, son hombres y mujeres capaces de engañar, estafar y destruir a los demás. Y a sí mismos.

Del Toro y la coguionista Kim Morgan realizan una nueva adaptación de la novela Nightmare Alley (1946) de William Lindsay Gresham, que ya había sido llevada al cine en 1947, bajo la dirección de Edmund Goulding y con Tyrone Power en el rol principal. En esta nueva versión, el protagonista es Bradley Cooper, quien interpreta a Stanton Carlisle, un hombre con un pasado turbio que llega a una enigmática feria itinerante, poblada de freaks y farsantes.


Allí Stanton aprende cómo manipular a las personas pobres haciéndoles creer que puede “ver” su pasado con solo tocarlos y que puede comunicarse con sus seres queridos fallecidos. Luego, Stanton perfecciona ese timo para presentarlo en la gran ciudad a gente rica y poderosa. Tan poderosa que estafarlos es un negocio tan lucrativo como riesgoso.

El portentoso elenco incluye a varios actores y actrices de renombre, como Rooney Mara, Willem Dafoe, Toni Collette, Ron Perlman, Mary Steenburgen y David Strathairn. Cada uno aprovecha la oportunidad para lucirse, pero en el conjunto destacan Richard Jenkins como un millonario atormentado y Cate Blanchett como una seductora mujer fatal. 

Como en toda película de Guillermo Del Toro, los aspectos técnicos son impecables, en especial la impresionante fotografía de Dan Laustsen que privilegia los claroscuros y las noches lluviosas para acentuar las referencias al film noir, así como el diseño de producción de Tamara Deverell y Shane Vieau que realiza una minuciosa recreación de época, tanto en la feria de la carretera del inicio, como en las elegantes oficinas y hoteles de estilo art déco del segundo y tercer acto.


Sin embargo, a nivel narrativo
El callejón de las almas perdidas no es tan contundente y precisa como a nivel visual, ya que en ciertos momentos el guion tiende a estirar un poco la credibilidad y a verbalizar ciertos hechos que podrían ser simplemente sugeridos. De todos modos, esta película nos muestra a un Guillermo del Toro más maduro, reflexivo y melancólico.

En el impactante desenlace, el círculo se cierra de forma aterradora y entendemos que los verdaderos monstruos habitan en el interior de cada uno. De forma siniestra, Del Toro nos recuerda que las culpas que nos atormentan son nuestro propio callejón sin salida y el infierno del que es imposible escapar.

Calificación: 7/10.

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