Todo en todas partes al mismo tiempo: Un torrente de creatividad y excesos

Todo en todas partes al mismo tiempo (Everything Everywhere All at Once, Estados Unidos 2022) es una película atiborrada de géneros (acción, comedia, ciencia ficción, artes marciales, drama familiar y la lista sigue), deslumbrantes estímulos visuales y referencias cinéfilas. Es delirante, descarada e ingeniosa, pero también tiende a caer en el exceso, el absurdo y la repetición.

Utilizando el concepto del multiverso que se ha puesto tan de moda gracias a las producciones de Marvel, esta película narra la historia de Evelyn (Michelle Yeoh), una inmigrante china que maneja una lavandería y tiene una relación complicada con su esposo Waymond (Ke Huy Quan), su padre Gong Gong (James Hong) y su hija Joy (Stephanie Hsu). Durante una reunión con la inspectora del Servicio de Impuestos Internos Deirdre (Jamie Lee Curtis) para revisar algunas faltas en su declaración de impuestos, Evelyn es arrastrada a otra dimensión y descubre que hay otras versiones de sí misma en universos paralelos.


Lo que sigue a partir de ese hallazgo es una inmersión en otras dimensiones dentro del multiverso, donde Evelyn tiene que tomar prestadas las habilidades más destacadas de las otras Evelyn para luchar contra la poderosa villana Jobu Tupaki. En ese acelerado viaje por distintos universos, descubrimos las distintas vidas alternas de la protagonista, trabajando como chef o como una exitosa estrella de películas de artes marciales, lo que es un guiño de metaficción a la verdadera profesión de Michelle Yeoh. 

Luego de la disparatada comedia
Swiss Army Man, los directores Daniel Kwan y Daniel Scheinert (conocidos como “Daniels”) continúan explorando universos narrativos ricos en detalles creativos y texturas contradictorias, donde conviven el humor escatológico y las reflexiones metafísicas. Su guion puede resultar por momentos confuso y enrevesado, sobre todo porque el ritmo infatigable del montaje va a mil por hora, pero en el corazón de la trama, escondida entre complicaciones y obstáculos, late la historia sencilla de una mujer aparentemente ordinaria que vive una aventura extraordinaria para salvar al mundo y reconciliarse con su familia. 

Justamente cuando la película intenta bajar las revoluciones para tornarse más seria y emotiva, al detenerse en los conflictos existenciales y familiares de Evelyn, el guion se desvía del camino de la originalidad y se interna en un terreno más convencional e incluso complaciente, donde se recalcan frases sobre la importancia de los lazos sanguíneos o de luchar para convertirse en la mejor versión de uno mismo. 



En la enérgica montaña rusa que confeccionan los Daniels, un valor agregado para muchos cinéfilos es descubrir la ecléctica variedad de referencias a otras películas, que van desde 2001: Odisea del espacio hasta El tigre y el dragón, pasando por una divertida parodia de Ratatouille, que, sin embargo, se estira un poco más de lo que debería.

Aun con sus excesos y desbalances, Todo en todas partes al mismo tiempo es una película singular, que destaca por su torrente de creatividad y por no temerle al ridículo. Lo mejor es que en cada escena, le da la oportunidad a la maravillosa Michelle Yeoh de demostrar su asombrosa capacidad de pasar del humor físico a la melancolía, de una mirada sutil a una elaborada coreografía de artes marciales. Ella consigue brillar en todo su esplendor, haciendo que la sigamos a todas partes y la admiremos al mismo tiempo.

Calificación: 7/10.

Esta película está actualmente en la cartelera peruana.

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