RRR: Robusta, resplandeciente y recargada
RRR (India 2022) es un cóctel molotov compuesto por los géneros de acción, aventuras, melodrama, comedia y musical que se ha convertido en un auténtico fenómeno de masas. Ha logrado un descomunal éxito de taquilla en su país y ha traspasado fronteras, conquistando a la mayoría de críticos de Occidente y cosechando premios a diestra y siniestra. Sus siglas evocan las palabras Rise (levántate), Roar (ruge) y Revolt (rebélate). Pero las tres R también podrían ser las iniciales de los adjetivos robusta, resplandeciente y recargada.
La historia transcurre en 1920, durante el Raj británico y sigue el trayecto paralelo de dos héroes. Por un lado, Bheem (N. T. Rama Rao Jr.) es el líder de la tribu Gond de Telangana, que emprende una misión para rescatar a una niña secuestrada por el tiránico administrador del régimen británico. Por otro lado, Raju (Ram Charan Teja) es un implacable oficial de la Policía Imperial India, que recibe la tarea de detener a los rebeldes que quieren recuperar a la niña.
Los caminos de Bheem y Raju se cruzan cuando ambos rescatan a un niño que está en riesgo de morir luego de la explosión de un tren. Rápidamente se hacen amigos, aunque cada uno ignora la verdadera identidad del otro. Mientras ambos avanzan en sus respectivas misiones, conocemos más sobre sus pasados, sus romances y los valores que los acercan, a pesar de ser tan opuestos.
La puesta en escena del director S. S. Rajamouli (Baahubali: The Beginning y Baahubali 2: The Conclusion) se caracteriza por una gran espectacularidad y dinamismo. Lejos de apostar por un registro naturalista, todo es histriónico y deliberadamente exagerado: las escenas de acción muestran hazañas imposibles pero tan impactantes que dejan la mandíbula abierta, los números musicales tienen un contagioso derroche de energía y unas coreografías electrizantes, los momentos de melodrama expresan los sentimientos a viva voz, con el corazón en la mano.
A nivel narrativo la película se toma una infinidad de licencias creativas, pues a pesar de que sus dos protagonistas están inspirados en personajes reales, todo lo que se narra sobre ellos es ficticio y parte de la imaginación del director y guionista S. S. Rajamouli. Él reconstruye la figura de los personajes en los que se basa y los convierte en unos héroes dotados de una fuerza sobrehumana y una capacidad de supervivencia que no tiene nada que envidiar a los superhéroes que suelen poblar los multicines.
Si bien la película tiende a caer en un exacerbado nacionalismo y en un marcado maniqueísmo sin matices (todos los personajes indios son nobles y heroicos mientras que los villanos británicos son tan planos que rozan la caricatura), estas fallas pasan a segundo plano cuando Rajamouli pone los reflectores sobre la potente química de sus dos protagonistas. Los actores N. T. Rama Rao Jr. y Ram Charan Teja emanan un carisma explosivo y demuestran una admirable destreza para dominar las complicadas coreografías tanto de las escenas de acción como de las de baile.
Es inútil pedirle exactitud histórica o realismo a esta enorme producción hecha en Tollywood, que es la más costosa en la historia de la India. A lo largo de sus más de tres horas de duración, RRR ofrece entretenimiento puro y duro, un espectáculo delirante y desbordado, que no le teme al ridículo y que por el contrario, le inyecta a cada escena una explosión de color y movimiento.
Calificación: 7/10.
Esta película está disponible en Netflix.
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