El silencio y la furia

Furiosa: de la saga Mad Max (Furiosa: A Mad Max Saga, Australia 2024) es menos hiperactiva, ruidosa y explosiva que Mad Max: Furia en el camino, lo que no quiere decir que no cuente con incesantes y frenéticas escenas de acción en abundancia. Pero el director George Miller baja ligeramente las revoluciones y prefiere narrar una historia más dramática y reflexiva, en la que la pérdida, el anhelo y el duelo son los motores que encienden las acciones de la protagonista y conducen su plan de venganza.

Hace 9 años, Mad Max: Furia en el camino se convirtió en un suceso, recibiendo la aclamación casi unánime de la crítica y llegando a ser nominada a 10 Oscars, de los cuales ganó 6. Es considerada una de las mejores películas de acción de la década pasada. Por lo tanto, las expectativas sobre una nueva entrega de la saga Mad Max eran bastante altas. Pero George Miller opta por la sabia decisión de no copiar la fórmula ni repetir los mismos trucos. Por el contrario, crea una precuela inspirada en el personaje de Furiosa que tiene su propio ritmo y labra su propio camino.


En este relato de origen, conocemos a Furiosa cuando es apenas una niña (Alyla Browne), que es raptada por una gran horda de motoristas liderada por el Señor de la Guerra Dementus (Chris Hemsworth). Atravesando el páramo, se topan con la ciudadela presidida por Immortan Joe (Lachy Hulme). Con el correr de los años, Furiosa crece y se convierte en una joven (Anya Taylor-Joy) que ha aprendido a sobrevivir y adaptarse, mientras busca la oportunidad ideal para emprender el camino de vuelta a casa.

A los 79 años, el infatigable George Miller hace gala de una puesta en escena de admirable precisión, tan enérgica como demencial. El cineasta australiano demuestra un magistral dominio del lenguaje cinematográfico, consiguiendo narrar el relato no tanto a partir de los diálogos, sino apoyándose sobre todo en el poder expresivo de las imágenes en movimiento. Cada encuadre está planificado al milímetro y cada escena de acción es un espectáculo en sí mismo.

Entre las imágenes más memorables que confeccionan Miller y su equipo está aquella escena en la que Furiosa se para delante de una estructura de metal que simula una cruz mientras el fuego infernal estalla detrás de ella, irguiéndose como una figura mesiánica. O aquella explosión de humo rojo que envuelve a los personajes hasta que la niebla se dispersa y Dementus impone su sanguinaria presencia al centro del encuadre.


En el rol protagonista, Anya Taylor-Joy supera con creces el desafío de interpretar a un personaje complejo, que exige mucha destreza física y un manejo comunicacional a través de los ojos y el lenguaje corporal, ya que tiene muy pocos diálogos, apenas 30 en toda la película. En cambio, Chris Hemsworth personifica a un antagonista que, si bien funciona como alivio cómico en algunas escenas, por momentos tiende a exagerar y rozar la caricatura.

Siendo el quinto episodio de esta franquicia, Furiosa: de la saga Mad Max respeta el legado de las películas anteriores, encontrando imágenes poéticas en medio de las carreteras sinuosas, los motores que rugen sin cesar y la lucha encarnizada por el manejo de los recursos naturales. Pero al mismo tiempo, en la figura de su callada protagonista femenina, construye un sentido retrato de resiliencia en el que incluso el silencio es una estrategia de sobrevivencia y una protesta frente a un mundo post apocalíptico en el que unos cuantos poderosos se creen con el derecho de arrebatar todo lo que hallan a su paso.

Calificación: 8/10.

Esta película está actualmente en la cartelera peruana.

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