Sundance 2021: Flee, The Most Beautiful Boy in the World y Searchers

Continuando con la cobertura especial del Festival de Sundance 2021, comparto el primer grupo de críticas de las películas que he visto. Inicio comentando tres documentales, que abren ventanas para conocer temas tan distintos como fascinantes.


Flee
(Dinamarca) se vale de la técnica de animación tradicional dibujada a mano para proteger la identidad de su protagonista: un refugiado que, siendo adolescente, salió de Afganistán con su familia, llegó primero a Rusia y finalmente se estableció solo en Dinamarca. 

El director Jonas Poher Rasmussen conoció a este chico, quien recibe el seudónimo de Amin, en el colegio y entablaron amistad. Amin escondió su pasado durante muchos años, pero cuando está a punto a casarse con su novio Kasper, decide contar por primera vez la trayectoria de dolor, pérdida y sacrificio que atravesó, para llegar desde un país en guerra hacia una nueva tierra prometida en la cual las promesas no se materializaron como él y su familia pensaron.

A diferencia de otras películas sobre migración y asilo político, este documental evita el morbo y explora con gran sensibilidad, humanidad y genuina emoción las vivencias de Amin. A partir del retrato de este hombre, plantea cuestiones universales como la búsqueda de aceptación en la familia y la sociedad, así como la afirmación de la identidad a partir de los orígenes, la cultura y la orientación sexual.

Además de la delicada animación que contribuye a perfilar con suavidad los momentos entrañables y con dureza los recuerdos más tristes de la vida de Amin, destaca el uso de imágenes reales de archivo que nos transportan a los distintos escenarios donde transcurre el relato y nos recuerdan que los horrores de las guerras y los traumas de los refugiados se anclan en entornos tangibles.

Calificación: 8/10.


The Most Beautiful Boy in the World
(Suecia) o “el hombre más bello del mundo” fue el apelativo con el que fue bautizado el actor Björn Andrésen, a los 15 años, por el cineasta italiano Luchino Visconti, quien lo descubrió y dirigió en Muerte en Venecia (1971), adaptación de la novela homónima de Thomas Mann.

Cincuenta años después del estreno de esa película que le cambió la vida, Andrésen reflexiona sobre la fama repentina que lo llevó a ser una estrella adorada por los reflectores y que le deparó una fugaz carrera como cantante y modelo en Japón, aunque él nunca se sintió cómodo con ese grado desmedido de atención, escrutinio y devoción. 

El mayor acierto de los directores Kristina Lindström y Kristian Petri es poner sobre el tapete, a partir de la biografía de Andrésen, el espinoso tema de la delgada línea que hay entre crear arte a partir de la belleza de un adolescente y convertirlo en un objeto sexual. Así como la filmación de esa película, algunos episodios de su vida resultan impresionantes y chocantes, mientras que otros apenas rozan la superficie.

No es gratuito que Andrésen haya saltado a la fama con Muerte en Venecia y luego haya tenido un cameo en Midsommar (2019), filmando una terrorífica escena que tiene que ver con su propia muerte. En una escena del documental, Visconti sentencia: “Cuando pones los ojos sobre la belleza, pones los ojos sobre la muerte”. La vida personal y profesional de Andrésen, marcada por tragedias y sucesos extraordinarios, ha estado constantemente marcada por esa dualidad de belleza rebosante y muerte repentina.

Calificación: 7/10.


Searchers (Estados Unidos) consiste en una serie de entrevistas a varios habitantes de New York, de distintas edades, razas y orientaciones sexuales, que son usuarios de las apps de citas, como Tinder, Grindr y similares, que ofrecen un catálogo interminable de personas para conocer primero en línea y luego en el mundo real.

El director Pacho Vélez coloca la cámara fija sobre los rostros de sus entrevistados y encima de ellos se superpone el reflejo de la pantalla donde la app les muestra los potenciales candidatos con los que podrían tener una conversación, una cita o algo más. 

Esta puesta en escena revela el mayor acierto del documental: al indagar en aquello que busca cada persona, se evidencia también su propia vulnerabilidad, su anhelo de ser aceptado o de lograr una conexión emocional en tiempos donde todo, incluso el afecto, se puede encontrar en los rincones de internet.

Aunque el robusto grupo de entrevistados destaca por su variedad y la espontaneidad de sus respuestas, el gran número de personas que desfilan frente a la cámara hace que el tiempo que pasamos con cada uno sea breve y conciso, a veces demasiado. En ese aspecto, el documental se asemeja a las apps de citas: cada persona entra y sale de la pantalla por un período corto y en ese lapso tienen el reto de presentar su mejor versión y dejar una buena impresión antes de que pase el siguiente.

Calificación: 7/10.

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