8ª Semana del Cine ULima: Crónica de una relación pasajera y Godland

Luego de comentar El suplente y Vortex, comparto las dos siguientes críticas de las películas que vi en la Muestra Internacional de la 8ª Semana del Cine de la Universidad de Lima.


Crónica de una relación pasajera
(Chronique d'une liaison passagère, Francia 2022) es una comedia romántica que captura con elegancia, inteligencia y sutileza las maneras inesperadas en las que operan el deseo y el amor en una pareja adulta. Aunque no verbalizan sus sentimientos, estos se hacen evidentes en esos pequeños gestos de complicidad y entendimiento que van tejiendo una conexión profunda entre ellos.

Simon (Vincent Macaigne), un hombre casado y con dos hijos adolescentes, conoce a Charlotte (Sandrine Kiberlain), una madre soltera. Empiezan un affaire y se prometen a sí mismos que esto es algo temporal, un vínculo carnal en el que los sentimientos se quedan en la puerta. Pero los meses pasan y la promesa se vuelve cada vez más difícil de mantener. 

Luego de la extraordinaria Las cosas que decimos, las cosas que hacemos, el cineasta francés Emmanuel Mouret vuelve a regalarnos otro exquisito relato sobre romances que florecen entre personas aparentemente opuestas, atraídas a pesar de sus diferencias. Mientras que los impecables diálogos fluyen con naturalidad de lo cómico a lo melancólico, la estupenda puesta en escena aprovecha al máximo todos los espacios que comparten, utilizando los pasillos o los senderos peatonales en los parques como representaciones de aquello que atraviesan en cada etapa de su relación.

Los protagonistas Sandrine Kiberlain y Vincent Macaigne están sensacionales insuflando de una engañosa ligereza a sus personajes, que van revelando capas cada vez más complejas y unos conflictos internos que brotan cuando aquello que se calla o se dice fuera de tiempo es un veneno que contamina lentamente la pureza de una relación. Mouret y sus actores manejan con maestría todo ese rango de emociones y logran que, al igual que ellos, disfrutemos cada momento que pasamos en su compañía, sin pensar en el futuro ni en la fecha de caducidad de esas pequeñas cápsulas de felicidad.

Calificación: 9/10.

Godland (Vanskabte land, Dinamarca / Islandia 2022) es un fascinante viaje cinematográfico, ambientado en Islandia a fines del siglo XIX, donde un sacerdote danés protestante se dirige a construir una pequeña iglesia. Durante el trayecto y al llegar a su destino, se enfrenta a dilemas morales, a crisis existenciales y a los obstáculos que arroja en su camino una naturaleza tan majestuosa como implacable.

El director y guionista Hlynur Pálmason (Winter Brothers) crea un relato hipnótico, en el que cada etapa del viaje del padre Lucas (Elliott Crosset Hove) tiene un inquietante aura de misterio y peligro latente, ya sea por sus propias acciones, las de sus acompañantes o de los elementos naturales que los rodean (el río, el viento, la nieve, el volcán). La tensión crece y se acumula sin evidenciar fácilmente por dónde explotará.

Con sus exploraciones filosóficas y espirituales, la película tiene ecos de Silence de Martin Scorsese, mientras que el descubrimiento de terrenos agrestes por parte de colonos soberbios trae a la mente a Aguirre, la ira de Dios de Werner Herzog. Por otro lado, como el padre Lucas también es un fotógrafo obsesionado con capturar la belleza natural, recuerda al protagonista de Blanco en blanco de Théo Court. Godland toma algunos aspectos de esos filmes, pero Pálmason se apropia de ellos con una visión artística singular, que exuda creatividad y precisión.

Lo humano y lo celestial se enfrentan en esta película que presenta a un personaje central atravesado por sus contradicciones. Al mismo tiempo que se construye la pequeña iglesia de madera, se va destruyendo la fe del cura: en sí mismo, en la humanidad, en un Dios silencioso. Y esa misma naturaleza que no da tregua (acaso la respuesta de Dios que él tanto espera), termina por devorar tanto a los animales como a las personas, que pasan a ser una parte invisible de esos paisajes deslumbrantes.

Calificación: 8/10.

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