8ª Semana del Cine ULima: El suplente y Vortex

Comparto las dos primeras críticas de las películas que vi en la Muestra Internacional de la 8ª Semana del Cine de la Universidad de Lima.

El suplente (Argentina 2022) es un drama social que, tomando como modelo a Entre les murs de Laurent Cantet, se ambienta en una escuela que funciona como muestra de una sociedad convulsionada y, al mismo tiempo, como evidencia del poder transformador de la educación.

Lucio (Juan Minujín) es un maestro sustituto que llega a impartir clases de literatura a un centro educativo ubicado en un barrio de escasos recursos en los suburbios de Buenos Aires. Mientras se esfuerza por vencer la reticencia inicial de sus alumnos adolescentes, empieza a involucrarse en la vida de ellos cuando el narcotráfico y las bandas criminales se infiltran en el colegio.

El director Diego Lerman (La mirada invisible, Una especie de familia), así como sus coguionistas María Meira y Luciana De Mello, tallan las múltiples aristas del retrato de un hombre atribulado por dilemas y preocupaciones en distintas facetas: como padre, hijo, docente y ciudadano. Sin embargo, algunas de las subtramas secundarias referidas a la familia de Lucio se quedan en un plano más superficial o son opacadas por las escenas que transcurren en la escuela y sus alrededores.

Evitando caer en el maniqueísmo o la simplificación, la película destaca por el manejo del buen ritmo narrativo en las escenas de mayor tensión, la naturalidad de la puesta en escena y la credibilidad de todo el elenco, desde el consagrado actor chileno Alfredo Castro hasta los adolescentes rebosantes de espontaneidad y, por supuesto, el protagonista Juan Minujín, quien logra una convincente transición de la apatía inicial hacia una actitud mucho más comprometida con la necesidad de tomar partido y hacer que las acciones acompañen a las palabras.

Calificación: 7/10.

Vortex (Francia 2022) es la película más madura y dolorosa de Gaspar Noé, pero no por ello es menos perturbadora o provocadora. En vez de conducirnos por los laberintos del descontrol, la lujuria o las drogas como en sus anteriores filmes, esta vez el cineasta argentino nos lleva a presenciar los días críticos de una pareja de ancianos cuyas mentes y cuerpos se deterioran inexorablemente.

Mientras que él (interpretado por el director italiano Dario Argento, maestro del giallo) tiene problemas cardíacos, ella (Françoise Lebrun, la actriz de La maman et la putain) padece del mal de Alzheimer. En un encuadre en el que ambos están echados en la cama, de pronto observamos cómo un bloque negro los separa y la pantalla queda partida en dos mitades: él a la izquierda, ella a la derecha.

Siempre audaz en el manejo del lenguaje cinematográfico, Gaspar Noé hace un uso inteligente de la pantalla dividida para representar muchas cosas a la vez: cómo las enfermedades los alejan a pesar de estar juntos, cómo cada protagonista queda encerrado en un pequeño espacio del que le cuesta salir, cómo sus vidas empiezan a extinguirse en paralelo, cómo se produce en ellos el inevitable divorcio entre lo que piensan (la mente de ella se resquebraja) y lo que sienten (el corazón de él se apaga). 

Como ocurría con Amour y The Father, este desgarrador relato conmueve por su inquietante mirada a unos adultos mayores que se enfrentan a la inminente cercanía de la muerte. Pero a diferencia de esos títulos, Vortex incorpora discusiones filosóficas sobre la relación entre la realidad y los sueños. En la escena inicial, los protagonistas afirman que la vida es un sueño dentro de otro sueño. Además, el personaje de Argento está escribiendo un libro sobre el cine y el inconsciente. Mientras ella y él sufren los efectos del paso del tiempo, su existencia se torna una pesadilla de la que quisieran despertar, pero dentro de ambos permanecen los recuerdos de esos sueños que conforman el tejido de toda una vida.

Calificación: 8/10.

Está película está disponible en la plataforma de streaming Mubi.