Madres paralelas: Desenterrar las cuentas pendientes y las huellas de la identidad

Madres paralelas (España 2021) es una nueva indagación del cineasta Pedro Almodóvar en uno de los temas fundamentales de su obra: la maternidad. Esta vez no solo explora las culpas, los temores y los sacrificios que cargan consigo las mujeres tras dar a luz, sino que compara cómo la relación de una nación con la memoria histórica de su país, se asemeja al vínculo que une a los hijos con su madre, sea biológica o sustituta. 

Para materializar esa comparación, el guion de Almodóvar entrelaza dos historias que involucran a la fotógrafa Janis (Penélope Cruz). Por un lado, ella está buscando desde hace tiempo que se exhumen los restos de su bisabuelo, asesinado durante la Guerra Civil Española. A raíz de eso, conoce a Arturo (Israel Elejalde), un arqueólogo forense con el que inicia una relación sentimental.

Cuando queda embarazada, Arturo no desea hacerse cargo del bebé pues está casado con otra mujer, así que Janis decide ser madre soltera. En el hospital, conoce a Ana (Milena Smit), una chica mucho más joven que da a luz el mismo día que ella. Por el azar o el destino, las vidas de ambas madres quedan conectadas para siempre.


Lo mejor de Madres paralelas está en su notable primera mitad, en la que Almodóvar abraza con su habitual maestría las posibilidades narrativas del melodrama y lo acerca al thriller para generar un ambiente tenso cargado de secretos, hallazgos y dilemas morales. Algunos giros del guion pueden parecer extraídos de una telenovela, pero en el cine de Almodóvar hasta las aparentes casualidades son parte de un panorama mucho más amplio y complejo, en el que cada pieza de la estructura narrativa tiene una razón de ser.

Esta es la sétima colaboración entre el cineasta manchego y su musa Penélope Cruz. En más de un sentido, tiene el significado de un retorno a las raíces. O al vientre materno. Su productiva relación comenzó en Carne trémula (1997), película en la que, al igual que en Madres paralelas, Cruz tiene una intensa escena de parto. En ambos largometrajes, el destino le depara crueles acontecimientos a sus hijos, mientras los traumas de la dictadura del franquismo permanecen invisibles, como un fantasma al acecho.

A lo largo de las siete películas que han hecho juntos, Cruz ha interpretado a varias madres memorables, como en Todo sobre mi madre, Volver o Dolor y Gloria. Pero Janis es diferente: también es resiliente e independiente, pero lleva en su interior dolores y heridas que parecen haberse transmitido de generación en generación. La búsqueda de justicia que emprendieron su madre, su abuela y su bisabuela se perpetúa en ella. 


El rostro expresivo de Cruz emana siempre una poderosa calidez y fuerza emocional, que logran que empaticemos con ella a pesar de algunas decisiones cuestionables. Es una extraordinaria actuación que sirve de testamento al profundo nivel de complicidad y compenetración que han alcanzado el director y la actriz.

Otros aspectos destacables de la película son la formidable actuación de Aitana Sánchez-Gijón como Teresa, la madre de Ana (se luce especialmente en un monólogo brillante), la maravillosa composición de encuadres a cargo del director de fotografía José Luis Alcaine y la fascinante partitura musical compuesta por Alberto Iglesias, que contribuye a acentuar esa atmósfera entre sensual, misteriosa y dolorosa que recorre la narración.

Es cierto que en el último acto la película no logra hermanar de forma fluida las dos líneas paralelas sobre la maternidad y la memoria histórica, lo que provoca un abrupto cambio de tono justo antes del desenlace. Pero de todos modos, Madres paralelas engendra reflexiones poderosas en torno a aquello que los seres humanos debemos desenterrar para encontrar la verdad: tanto las cuentas no resueltas del pasado familiar y del país, como las huellas de nuestros antepasados que configuran nuestra identidad. 

Calificación: 7/10.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El nuevo logro del ogro

"En cine y en teatro, me gusta ver cosas que me inquieten"

Avatar: El camino del agua – Un fascinante despliegue visual