5ta Semana del Cine ULima: Críticas de la muestra internacional – Parte 1

Comparto el primer grupo de críticas de las películas que vi en la muestra internacional de la 5ta Semana del Cine de la Universidad de Lima.


Retrato de una mujer en llamas (Portrait de la jeune fille en feu, Francia) es un hermoso drama de época que muestra cómo se entrelaza el destino de dos mujeres: una pintora y su modelo. Entre ellas se establece un juego de observación, en el que sus miradas se estudian y se desafían mutuamente hasta enamorarse perdidamente.

La puesta en escena de Céline Sciamma destaca por su elegancia y delicadeza. Junto a sus actrices, la directora logra que las chispas iniciales de la seducción se transformen en un fuego apasionado. Además, el guion integra hábilmente distintas problemáticas de la feminidad, como los límites que se le imponen a las mujeres y las formas que ellas encuentran para liberarse y volar. A pesar de ser una historia ambientada en el siglo XVII, se siente urgente, vigente y trascendente.  

Las protagonistas Noémie Merlant y Adèle Haenel incendian la pantalla con solo una mirada, ya sea por el deseo contenido o por la apreciación de una belleza que las embarga. Las dos escenas finales son de una potencia estremecedora y nos dejan la cálida sensación de haber vivido junto a Marianne y Héloïse un romance inolvidable. Calificación: 9/10.


Parásito (Gisaengchung, Corea del Sur) es una enriquecedora experiencia cinematográfica, equiparable a una descarga de electricidad o una inyección de adrenalina. El director Bong Joon-ho crea una película irreprochable que se transforma constantemente mientras cambia de registro con fluidez: pasa de la comedia negra al thriller, de la sátira social al film de catástrofe, del terror al drama familiar, sin decaer en ningún momento. 

Es imposible no reírse, no conmoverse y no contener la respiración frente a una película que de manera tan ingeniosa y furiosa toma una radiografía del mundo actual, donde las diferencias sociales cada vez más marcadas están motivando a las personas menos privilegiadas a reclamar una vida mejor y un trato más digno por parte de las élites que ostentan el poder. 

Esta obra maestra es como un virus que muta delante de nuestros ojos y se cuela en nuestro organismo, gracias a la precisión e imprevisibilidad del guion, así como la extraordinaria capacidad del elenco para manejar todos los géneros. Las ingeniosas vueltas de tuerca nos llevan a un estado de fascinación en el que es imposible adivinar por dónde vendrá el siguiente ataque, sin imaginar que el último golpe que se reserva la película apunta directo al corazón. Calificación: 10/10.


Hasta siempre, hijo mío (Di jiu tian chang, China) es un melodrama en el cual una tragedia marca para siempre el destino de dos familias y, a partir de ellas, muestra los profundos cambios sociales que se han ido gestando en China a lo largo de las últimas décadas. Con una fuerza desoladora, la película muestra cómo las decisiones políticas más crueles pueden afectar los planes de los individuos y obligarlos a cometer sacrificios dolorosos.

Durante las tres horas de duración, el director y guionista Wang Xiaoshuai presenta los principales hechos de la vida de estas familias de forma no cronológica, invitándonos a armar un rompecabezas en el que las piezas claves son el amor paternal y una generosidad inquebrantable.

Los protagonistas Wang Jingchun y Yong Mei (ganadores de los Osos de Plata al mejor actor y mejor actriz en Berlín, respectivamente) nos regalan portentosas actuaciones, capaces de emocionarnos con los más pequeños gestos o miradas. Su dolor nos invade cuando se enfrentan a las pruebas más duras imaginables para unos padres. Su arrebato de discreta alegría en el desenlace nos deja una sensación de alivio y reconciliación. Calificación: 8/10.


El hotel cerca del río (Gangbyeon hotel, Corea del Sur) es una de las películas más tristes del director Hong Sang-soo, al abordar con serenidad y melancolía la cercanía de la muerte.

En el hotel del título, cinco personajes se encuentran encerrados e inquietos, al igual que los reproches que empiezan a revelar con amargura. Pero también surge la posibilidad del perdón antes de la inminente despedida. 


Pocos directores tienen la capacidad de Sang-soo para confeccionar con tanto cuidado escenas de relajadas conversaciones en restaurantes que inicialmente tocan temas superfluos o cotidianos, pero que se sumergen de improviso en cuestiones de una mayor hondura filosófica. En esos diálogos respira la vida y respira el cine. Calificación: 7/10.

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