Los intrusos

Una comedia argentina y una francesa han aterrizado en nuestra cartelera. Mientras una cae del cielo para conmovernos, la otra se disfraza para seducirnos. Ambas tienen en común la llegada inesperada de un personaje que transforma su entorno.

La vaca voladora

Ricardo Darín protagoniza Un cuento chino, cinta en la que interpreta a Roberto, un hombre huraño y renegón que acoge en su casa a Jun (Ignacio Huang), un chino que vino a Buenos Aires huyendo de una tragedia personal. Jun desea encontrar a su tío, pero como no habla nada de español, está perdido en una ciudad desconocida.

Roberto es el dueño de una modesta ferretería y de una personalidad explosiva. Intenta ayudar a Jun, pero como no lo entiende se desespera. La imposibilidad de comunicarse a través de las palabras genera muchas situaciones de humor negro. Esta comedia comprueba que el lenguaje corporal también sirve para gritar, callar o manifestar las más variadas emociones.

La escena inicial es desconcertante: una vaca cae del cielo y mata a una mujer. En el transcurso de la película, se explica cómo ocurrió este incidente y cómo ambos personajes, Roberto y Jun, aparecieron en los periódicos como protagonistas de alguna noticia. Ciertamente, algunos eventos mostrados en el film pueden parecer un poco forzados, pero el carisma de ambos actores los hace creíbles.

Un cuento chino es la historia de una amistad improbable y de cómo los hechos aparentemente fortuitos logran sacarnos de la rutina y vencer nuestras resistencias, para apostar por un destino diferente. Las vacas no vuelan, pero las oportunidades de enmendar el rumbo sí llueven de vez en cuando.

Título original: Un cuento chino
País y año: Argentina 2011
Director: Sebastián Borensztein
Actores: Ricardo Darín, Ignacio Huang, Muriel Santa Ana, entre otros.
Calificación: *** 1/2

Las vanas ilusiones

En El Rompecorazones (L'arnacoeur), Alex Lippi (Romain Duris) es especialista en separar parejas. Un millonario lo contrata para que seduzca a su hija Juliette (Vanessa Paradis) e impida su matrimonio con un inglés inofensivo. Alex se hace pasar por guardaespaldas de Juliette y su misión parece complicada, porque ella ama a su prometido y detesta a Alex… hasta que él despliega su arsenal de seducción.

La actriz Vanessa Paradis, más conocida por ser la esposa de Johnny Depp, luce desganada en muchas escenas, como si su mente estuviera ausente. Su co-protagonista Romain Duris no logra convencernos de que hay química entre ellos, pero sí destaca en el divertido montaje que muestra cómo seduce a mujeres de distintas culturas y procedencias, utilizando un personaje distinto para cada una.

Las calles de Mónaco le prestan elegancia a la puesta en escena, convirtiéndose en uno de los principales atractivos de la cinta. También vale la pena resaltar a dos personajes secundarios, la hermana y el cuñado de Alex, quienes en su papel de cómplices del negocio familiar, se valen de disfraces y artimañas para ayudarle a obtener información.

Si no fuera porque los actores hablan en francés, cualquier espectador despistado podría pensar que esta película es una producción hecha en Hollywood, porque sigue al pie de la letra todos los procedimientos del manual de la comedia romántica. Si bien resulta entretenida en ciertos tramos, la historia no deja de ser gastada y repetitiva.

Título original: L'arnacoeur
País y año: Francia 2010
Director: Pascal Chaumeil
Actores: Romain Duris, Vanessa Paradis, Julie Ferrier, Andrew Lincoln, François Damiens, entre otros.
Calificación: **

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