Las mejores películas de 2015: Opinan los lectores – Parte 2
Como comenté en mi post anterior, este año he invitado a
amigos y lectores del blog para que compartan cuál fue su película favorita de
2015. A diferencia de la primera parte, en que todos eligieron una cinta
diferente, en este segundo post tres personas coinciden en señalar a Intensa
Mente como la mejor película del año, la cual curiosamente también ocupó el
primer lugar de mi top 10 del año en Cinencuentro. Gracias a todos los que se
tomaron un tiempo para enviarme sus textos.
Celia Hurtado Bellido:
Celia Hurtado Bellido:
Mi película favorita del 2015 es Intensa Mente, porque, además de la animación espectacular, es
divertida y emotiva a la vez. Nos explica cómo funciona nuestra mente de una
manera tan sencilla que sin importar la edad que tengas la disfrutas igual y te
deja una gran enseñanza positiva. Le devolvió, con un brillo
"intenso", la magia a Pixar.
Melissa Malqui:
Siendo una amante de las películas animadas, era de
esperarse que mis películas favoritas del 2015 sean El Principito e Intensa Mente.
En El Principito hablamos de la adaptación de un libro clásico, no necesariamente infantil, cuyo director (Mark Osborne) lleva a la pantalla grande con el respeto y delicadeza que esta merece. A través de pequeñas viñetas o
historias, nos narra situaciones de la vida cotidiana que en cierto momento de nuestro
crecimiento olvidamos o dejamos de lado, ya sea por la rutina o las
responsabilidades de ser “adulto”. Es así que ver la película es como regresar
a nuestra infancia y recordar lo puro del significado de la inocencia y la
simplicidad, donde nuestro mundo no es un globo terráqueo de miles de
kilómetros, sino que está conformado solo por las personas y situaciones que se
desarrollan a nuestro alrededor y de las cuales depende nuestra felicidad.
En cuanto a la realización, resalto los 2 estilos de
animación usados, ya que el stop motion
y el estilo de trazo (usados para las escenas del libro) son tan fieles
a las ilustraciones originales del libro que da gusto ver el resultado. El
director no solo nos sorprende sino que nos deslumbra con su fino tratamiento
de las ilustraciones. Por otro lado, tenemos la animación por computadora de la
historia de la niña que sigue una rutina
estricta para llegar a lo que su madre considera “perfección”. Con la mezcla de
ambos estilos, la película logra su perfección manteniendo un estilo simple
pero al mismo tiempo sofisticado y vanguardista.
En resumen, El
Principito es una buena película tanto a nivel estético como de contenido, que nos
hace no solo pasar un buen rato, sino además reflexionar sobre nuestra niñez y
la niñez que queremos para nuestros hijos.
Mi segunda película escogida es Intensa Mente y he de decir
que desde que vi el primer tráiler de la película contaba los días para verla. El
simple hecho de que alguien tomara la premisa de contar qué pasa por tu cerebro
con cada acción o decisión que tomas, es algo que a cualquiera le causaría
demasiada curiosidad.
Cuando vi la película en su estreno, disfruté de cada
segundo, pues está llena de animaciones limpias, personajes creativos y amables
a la vista. Intensa Mente pasó de ser una película animada a ser una reflexión
de la “no perfección” de nuestros sentimientos y acciones, ya que para todo
final feliz siempre habrá un recorrido de montaña rusa en el que pasaremos de
la tristeza al enojo, de la desesperación a la depresión, todo para lograr lo
mejor que puede salir de nosotros.
Todo esto se ve repotenciado por una banda sonora preciosa,
que te sumerge en lo que parece un recuerdo de alguna anécdota de tu vida, pero
que al final resulta ser una reflexión sobre nuestras propias acciones. ¡Imperdible!
Julio Mateus:
Entre las estrenadas el 2015, hay dos películas que llamaron
mi atención porque abordan biografías muy vinculadas. Me refiero a El código enigma
(The Imitation Game) y a Steve Jobs. En una escena de la segunda cinta, un
periodista le pregunta a Michael Fassbender (quien personifica al genio creador
de las MacIntosh) si el famoso logo de Apple era un homenaje a Alan Turing (el
otro genio, considerado “padre de la computación moderna” y suicidado luego de
mordisquear una manzana envenenada con cianuro). La respuesta fue negativa,
pero alimenta un mito y recuerda la conexión entre ambas personalidades: Jobs
fue un declarado admirador de Turing y a ambos debemos, en mucho, la revolución
tecnológica de nuestros días.
Como buenas biografías, se presentan historias parciales,
con acentos dispuestos a voluntad de un guion que siempre debe vender. Con todo
y los inevitables sesgos, ambas películas ilustran muy bien los contextos
históricos y las atmósferas personales en que se desarrollan estos genios.
Además, presentan personajes, entornos y guiños con la realidad que ofrecen
suficiente material para discutir.
En El código enigma, la misión principal es crear una
máquina que descubra los códigos nazis en medio de una sangrienta Segunda Guerra
Mundial; en Steve Jobs, es diseñar una manera revolucionaria de interactuar con
las computadoras. Si bien no son el centro de las narraciones, los objetos
tecnológicos tienen un rol de interés que permite rememorar la evolución del
conocimiento. En circunstancias distintas y con características propias, otro
puente común entre ambos personajes es su dificultad manifiesta para
relacionarse con otros: un rasgo de estereotipada genialidad que los distingue
del común de los mortales.
Sea como fuere, se trata de dos homenajes a personajes
trascendentes en la historia que viene bien ver.
Paulo Ortega Barreto:
Paulo Ortega Barreto:
Mi película favorita fue Inside Out. Está hecha para verla
desde dos perspectivas, por un lado llena de humor con un mensaje concreto con
el que cualquier niño se divierte y entiende, mientras por otro lado tenemos el
aspecto complejo, inteligente y sobre todo creativo que los adultos pueden
disfrutar, retratando de una manera espectacular las emociones que hacen a cada
uno diferente. Está en el tope de la animación junto con Wall-E, Toy Story y
Up. 9/10.
Felix Miguel Vera:
Ex Machina es mi película favorita y la sorpresa del año. El
director es Alex Garland, guionista de 28 días después y Dredd. Es un drama psicológico
brillante con una desconocida, robótica y encantadora Alicia Vikander (Ava)
acompañada del talentoso Oscar Isaac como Nathan Bateman, un genio y excéntrico
millonario creador del primer robot humanoide con inteligencia artificial.
Caleb Smith (Domhnall Gleeson) es un programador que visita
una misteriosa isla con instalaciones de alta seguridad invitado por Nathan
Bateman, un hombre que a primera vista parece autodestructivo y al mismo tiempo
increíblemente inteligente. Caleb es encargado de pasar el Test de Turing
(prueba de la habilidad de una máquina de exhibir un comportamiento inteligente
similar, o indistinguible, del de un ser humano) y conoce a Ava, un robot que,
al mismo tiempo, estudia el comportamiento de Caleb.
El director pone todo el peso dramático en la interacción
entre Caleb y Ava, explorando la fascinante dicotomía entre el hombre y la
máquina, creando un ambiente seductor y al mismo tiempo claustrofóbico,
manipulando la percepción de lo bueno y lo malo, el deseo y la realidad.
Ex Machina me sorprendió y creo que veremos mucho más de Garland, quien al igual que Neill Blomkamp en District 9 dio los pasos correctos hacia el buen cine de ciencia ficción.
Ex Machina me sorprendió y creo que veremos mucho más de Garland, quien al igual que Neill Blomkamp en District 9 dio los pasos correctos hacia el buen cine de ciencia ficción.
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