Semana del Cine ULima 2025: Espejos N.3 y Father Mother Sister Brother

Luego de publicar mis críticas de Nueva ola y Romería, comparto mis críticas de dos películas que también formaron parte de la Muestra Internacional en la edición N° 11 de la Semana del Cine de la Universidad de Lima: Espejos N.3 y Father Mother Sister Brother. Esta última ganó el León de Oro en el Festival de Venecia.


Espejos N.3 (Miroirs No. 3, Alemania, 2025) es un relato engañoso y cargado de ambigüedad, como un salón de espejos que reflejan distintas imágenes que no necesariamente se corresponden con la realidad. A partir de un accidente fatal se cruzan los destinos de dos mujeres y tienen la oportunidad de construir nuevas identidades, mientras entre las cenizas de la tragedia se levanta una familia sustituta, pero los secretos de cada una se convierten en termitas que corroen sus cimientos.

Laura (Paula Beer) acompaña a su novio Jakob (Philip Froissant) a un viaje de trabajo, pero al llegar al lugar ella se siente indispuesta, confundida, desanimada y le pide regresar a Berlín. Mientras Jakob lleva a Laura a la estación de tren, discuten en el auto y luego el vehículo se vuelca al salir de la carretera. Jakob muere instantáneamente, pero Laura sobrevive, teniendo apenas un pequeño corte en la espalda. Una mujer mayor llamada Betty (Barbara Auer) que vive cerca del lugar del accidente acoge a Laura en su casa. Lo que comienza como una estadía de una noche se empieza a prolongar por varios días.

De manera similar a lo que hizo en la notable Phoenix (2014), el cineasta alemán Christian Petzold vuelve a explorar en Espejos N.3 la premisa de una mujer que tiene la oportunidad de empezar de cero luego de un evento traumático y puede llevar una nueva vida, como si fuese una hoja en blanco que puede llenar con una nueva identidad. Mientras en Phoenix, una mujer sobreviviente de Auschwitz vuelve a su pueblo con un nuevo rostro y un nuevo nombre, aquí Laura sobrevive a un accidente automovilístico y es acogida cálidamente por la familia de Betty, ocupando paulatinamente el rol de una hija adoptiva o una hija pródiga que vuelve al hogar.

Como suele ocurrir en su cine, Christian Petzold dosifica la información sobre cada personaje y sus motivaciones para que los misterios se resuelvan de a pocos o se queden flotando en una bruma de nuevas preguntas. A Petzold no le interesa tanto responder cada una de sus preguntas, como generar atmósferas inquietantes, perturbadoras, estimulantes e incómodas, que retan al espectador a cuestionar todo y a proyectar sus propias hipótesis sobre aquello que se esconde debajo de la superficie.

Tomando su nombre de una pieza musical del compositor francés Maurice Ravel, Espejos N.3 supone un nuevo logro para la estupenda actriz alemana Paula Beer, quien ya se ha vuelto una especialista en crear esos personajes ambiguos y misteriosos que habitan las películas de Petzold. Juntos, el cineasta y su musa proponen una reflexión acerca del duelo, el trauma y las medidas que cada quien toma para superar un evento sísmico en su vida, aferrándose a cualquier salvavidas que ofrezca una sensación de consuelo, aunque sea efímera.

Calificación: 8/10.


Father Mother Sister Brother (Estados Unidos, 2025) es un tríptico sobre familias disfuncionales, hermanadas por esas desconexiones emocionales, barreras comunicacionales, silencios incómodos y vidas secretas que a veces los padres esconden de los hijos y viceversa, pero a pesar de los cuales se llega a un entendimiento y a un cariño incondicional que no hace preguntas, ya sea porque no puede o porque no se atreve.

En el primer capítulo, “Father”, los hermanos adultos Jeff (Adam Driver) y Emily (Mayim Bialik) visitan a su padre (Tom Waits) en una casa frente a un lago en el noreste de Estados Unidos. En “Mother”, las hermanas Timothea (Cate Blanchett) y Lilith (Vicky Krieps) asisten a su encuentro anual con su madre (Charlotte Rampling) en su lujosa casa en Dublín, para tomar el té. En “Sister Brother”, Billy (Luka Sabbat) y su hermana Skye (Indya Moore) se reúnen en París para visitar por última vez la casa de sus padres recientemente fallecidos, donde les espera una caja llena de fotos y recuerdos.

El célebre cineasta estadounidense Jim Jarmusch (Dead Man, Flores rotas, Paterson) utiliza un punto de partida similar en los tres cortometrajes que componen su película: la visita de dos hermanos adultos al hogar de los padres. Además, aunque los personajes y los actores cambian de un relato a otro, ciertos elementos se repiten, como para crear la sensación de que estas familias comparten más de lo que parece a simple vista: viajes en auto hacia la casa paterna, conversaciones alrededor de tazas de té o café, la presencia de skaters que se mueven en cámara lenta y la ostentación voluntaria o involuntaria de un reloj de marca.

Más allá de esas semejanzas, cada capítulo cobra vida a partir de las diferencias y los cambios de tono de cada uno: el sarcasmo y la divertida revelación final del primero; los misterios que cuelgan en el aire y la incomodidad disfrazada de cordialidad del segundo; la nostalgia y la añoranza por los padres ausentes del tercero y último. Cada integrante del elenco contribuye a crear una atmósfera precisa para cada relato, destacando sobre todo Tom Waits con un personaje excéntrico, misterioso y multifacético.

Con obvias pinceladas de humor negro, pero también sutiles toques de compasión y humanismo, Father Mother Sister Brother reflexiona sobre el inevitable paso del tiempo y cómo la distancia (física, pero también emocional) cambia la relación de los hijos adultos con sus padres mayores, a medida que se acerca el ocaso de la vida de los progenitores. Es entonces que se vuelve más difícil intentar conocer al otro, aunque sea tu propia familia, pero a falta de una comprensión total, siempre afloran esos pequeños códigos y gestos cómplices que acercan a los seres humanos.

Calificación: 7/10.

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