Duna: Un deleite visual que se cubre de un manto de solemnidad

Duna (Dune, Estados Unidos, 2021) es una experiencia cinematográfica envolvente que, por la majestuosidad de sus imágenes y sonidos, clama por verse en la pantalla más grande posible, para poder apreciar cómo se funden las ricas texturas de cada encuadre con la creciente vibración de la banda sonora. Es una película que deslumbra la imaginación y estimula los sentidos, aunque narrativamente no sea del todo satisfactoria.


No es la primera adaptación de la novela homónima (1965) de Frank Herbert para el cine. Primero Alejandro Jodorowsky trabajó en su desarrollo durante los años 70, pero el proyecto nunca vio la luz. Luego David Lynch dirigió una versión en 1984 que tuvo críticas desfavorables. Ahora el elegido para darle forma tangible a las letras de Herbert es el cineasta canadiense Denis Villeneuve.

Esta space opera describe el enfrentamiento que se produce por el control de Arrakis, un planeta cubierto de arena en el que el principal recurso es una cotizada especia capaz de extender la existencia y amplificar la conciencia. La familia que lidera la Casa de los Atreides, el duque Leto (Oscar Isaac), su compañera Jessica (Rebecca Ferguson) y su hijo Paul (Timothée Chalamet), llegan a Arrakis para tomar el control, pero los esperan conspiraciones y traiciones, las que amenazan con desatar una guerra. 

Con la ambición y el detallismo que lo caracterizan, Villeneuve ofrece una puesta en escena sobria (algunos dirían que en exceso), pulcra y elegante. Tal como hizo en Arrival y Blade Runner 2049, en Duna también despliega todo su talento para crear mundos fascinantes que acarician la retina y el oído. Como un buen director de orquesta, Villeneuve logra una exquisita armonía entre todos los aspectos técnicos: la fotografía, la edición, el diseño de producción, los efectos visuales, el maquillaje, la música de Hans Zimmer y el sonido. 


El elenco estelar incluye también la participación de Josh Brolin, Jason Momoa, Stellan Skarsgård, Zendaya, Javier Bardem, Charlotte Rampling y Dave Bautista. Lamentablemente, algunos tienen una presencia muy breve y sus personajes se quedan apenas en bocetos, pues la amplitud de la historia no permite detenerse demasiado tiempo en cada uno. El protagonista absoluto es Timothée Chalamet (en una actuación correcta, pero no especialmente destacada) y los demás actores funcionan como pequeños planetas que orbitan a su alrededor.

Siendo esta la primera parte de un díptico planeado por Villeneuve (la secuela se estrenará en 2023), es un relato que cumple con la tarea de sentar las bases narrativas, de introducirnos en este universo y presentar los distintos conflictos que enlazan a los personajes. En medio de la aventura espacial, el guion aborda temas como el colonialismo, las intrigas políticas o la explotación indiscriminada de recursos.

Sin embargo, a pesar de los innegables logros artísticos y la opulencia visual, la narración progresivamente se cubre de un manto de solemnidad y pomposidad en los diálogos y las acciones. De todos modos, con sus múltiples aciertos y sus pocas limitaciones, Duna es una película arriesgada y compleja, que le demanda al espectador mayor atención que el promedio de las producciones de gran presupuesto que salen de la fábrica de tanques de Hollywood en la actualidad.

Calificación: 7/10.

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