Festival de Cine de Lima 2025: El agente secreto y Un poeta

Después de comentar los documentales Vino la noche y El príncipe de Nanawa, comparto mis críticas de dos películas que fueron premiadas en la ceremonia de clausura de la edición N° 29 del Festival de Cine de Lima: El agente secreto (Premio del Jurado a la Mejor Película y Premio del Jurado de la Crítica Internacional a la Mejor Película) y Un poeta (Premio Especial del Jurado, Premio del Jurado al Mejor Actor, Premio del Jurado a la Mejor Fotografía y Premio APRECI a la Mejor Película de la Competencia Latinoamericana Ficción).


El agente secreto (Brasil, 2025) es un contundente thriller de espías, que se nutre de otros géneros como el fantástico, el gore, el terror de serie B, el policial y la comedia, para reivindicar la memoria histórica de Brasil y denunciar los crímenes de la dictadura, al tiempo que celebra la resistencia de aquellos que fueron perseguidos y la pasión por la sala de cine como ese espacio donde se materializan las fantasías y las pesadillas.

En 1977, Marcelo (Wagner Moura) llega a Recife en verano, en plena época del carnaval. Él está huyendo y espera reencontrarse con su pequeño hijo, quien es cuidado por sus abuelos maternos. Allí conoce a otros refugiados que también son perseguidos por la dictadura que gobierna el país. Sin embargo, la ciudad costera no es tan segura como Marcelo cree y pronto descubre que su cabeza tiene un precio.

Luego del extraordinario documental Retratos fantasmas, el director y guionista brasileño Kleber Mendonça Filho filma esta película que puede verse como un díptico o una secuela espiritual, porque transpira la misma nostalgia por las históricas salas de cine de su ciudad natal Recife (el suegro de Marcelo es proyeccionista y su hijo sueña con ir al cine a ver Tiburón), y porque está impregnada de la misma cinefilia que recorre las venas de todo el cine de Kleber.

Allí están por ejemplo las referencias al cine estadounidense popular de los años 70, los guiños a los clásicos del cine de terror de esa época y la utilización de la estética del cine de serie B para contextualizar una delirante leyenda urbana protagonizada por una pierna asesina. Pero el cine de Kleber no se queda en la superficie del homenaje, sino que se apropia de todos esos referentes visuales y narrativos para insertarlos en el ADN de una historia profundamente política, que nunca recurre al panfleto, pero sí se sirve de los elementos del cine de género para retratar un período convulsionado de la historia de Brasil.

Con un gran dominio del lenguaje cinematográfico, Kleber Mendonça Filho construye en El agente secreto un relato de muchas capas y de varias historias que engendran otras historias, potenciadas por un vívido sentido de la urgencia y el peligro, sensacionales actuaciones de todo el elenco (encabezado por un notable Wagner Moura) y detalles de gran potencia simbólica, como esos gatos siameses de un solo cuerpo y dos cabezas, que representan la doble identidad de Marcelo y los otros refugiados, quienes tienen una identidad falsa para protegerse de las garras de un régimen opresor.

Calificación: 8/10.



Un poeta (Colombia, 2025) es una comedia tan feroz como lúcida, que a través de su humor ácido lanza dardos implacables contra todos aquellos que utilizan el arte y la cultura (en este caso la literatura, pero es válido también para el cine) para explotar o manipular a otros, especialmente mientras resultan funcionales para la obtención de dinero, prestigio o algún beneficio.

Óscar Restrepo (Ubeimar Rios) es un poeta de mediana edad que alguna vez fue una joven promesa de la literatura y hoy es un adulto fracasado, alcohólico y desempleado. Sin embargo, su suerte cambia cuando consigue un trabajo como profesor de colegio y conoce a Yurlady (Rebeca Andrade), una alumna con talento para la poesía. De pronto, Óscar ve en Yurlady a un diamante en bruto al que puede pulir y decide convertirse en su mentor.

Luego de ganar la Palma de Oro al mejor cortometraje en el Festival de Cannes por Leidi y dirigir el largometraje Amparo, el cineasta colombiano Simón Mesa Soto analiza en Un poeta los costados más mezquinos e hipócritas del mundo literario latinoamericano, desde los vampiros que siempre están buscando víctimas a las cuales sangrar hasta los mecenas de los fondos económicos europeos, que buscan que los artistas latinoamericanos hablen de dolor y sufrimiento. En ese aspecto, Un poeta dialoga con American Fiction, otra comedia que también aborda la explotación de estereotipos en el ámbito de las letras.

En el rol de Óscar, Ubeimar Rios ofrece una actuación idónea para el registro de la comedia negra, consiguiendo dibujar el nítido retrato de un antihéroe patético, obstinado y torpe, con más talento para meterse en líos que para escribir poemas, pero también entrañable y soñador. Su coprotagonista Rebeca Andrade acierta con una actuación cargada de naturalidad y entereza.

El guion de Mesa Soto camina una delgada línea entre hacer una certera crítica social y ser provocador, cruzando repetidamente los límites de la corrección política y dando en el blanco la mayor parte del tiempo (salvo cuando un par de situaciones se acercan a la caricatura). Su gran virtud es que no se regodea únicamente en la irreverencia gratuita, sino que a través del vehículo del humor recorre las miserias y contradicciones de su protagonista y encuentra que, a pesar de su patetismo y sus malas decisiones, es un hombre de buenos sentimientos.

Calificación: 7/10.

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