10° Festival de Cine Francés: Delicioso y Mandíbulas

Comparto mis críticas de dos comedias que vi en el 10° Festival de Cine Francés: Delicioso y Mandíbulas, ambas nominadas a los premios César 2022.


Delicioso (Délicieux, Francia 2021) transcurre en 1789, en las semanas previas a la Revolución Francesa. Tras ser despedido por el duque de Chamfort, el cocinero Pierre se aventura junto a su hijo Benjamin y Louise, una mujer que desea aprender todo sobre el arte culinario, a emprender algo inaudito para la época: abrir el primer restaurante de la historia.

Lejos de aspirar a ser un tratado histórico sobre el convulsionado contexto social y político de la víspera de la toma de la Bastilla, esta comedia ligera cuenta con aspiraciones más modestas: mostrar desde el punto de vista de un chef cómo la apertura del primer restaurante supuso a su modo una revolución, al democratizar el acceso a platos y sabores que hasta entonces eran solo un privilegio de la nobleza. 

Si bien es cierto que el guion tiende a caer en cierto maniqueísmo al retratar a los personajes más ricos como villanos cercanos a la caricatura, la dupla protagonista de Pierre (Grégory Gadebois) y Louise (Isabelle Carré) es desarrollada con más profundidad y cuidado, al seguir la evolución de dos personas que encuentran en la cocina un refugio donde sanar sus heridas y crear algo que les dé un nuevo sentido a su existencia.

La receta del director y co-guionista Éric Besnard (Ca$h) utiliza ingredientes conocidos de otras comedias feel good y los adereza con diálogos que logran un buen equilibrio entre el humor y el drama, así como una dirección de arte que privilegia el lucimiento de los apetitosos platillos. Siendo una película discreta, Delicioso resulta de fácil digestión y deja un sabor agradable.

Calificación: 6/10.


Mandíbulas (Mandibules, Francia 2020) es una de las comedias más absurdas, ingeniosas y desfachatadamente hilarantes de los últimos años. Entre road movie y digna representante del género fantástico, narra el sorprendente descubrimiento que hacen dos amigos bastante torpes en la maletera de un auto robado: una mosca gigante, del tamaño de un perro.

Sin averiguar cómo llegó allí o si le pertenece a alguien, los amigos Manu y Jean-Gab deciden quedársela, para entrenarla y enseñarle a robar, con el fin de volverse ricos. Naturalmente, en el camino encuentran imprevistos y obstáculos que hacen que el plan se vaya descarrilando. Justamente en la serie de situaciones inesperadas que enfrentan los protagonistas, la película  revela progresivamente un humor cada vez más corrosivo y sarcástico.

Para que esta comedia funcione tan bien como lo hace, resulta fundamental la originalidad del guion en la construcción de las escenas y los diálogos, la fluidez del ritmo narrativo y el buen comic timing de los protagonistas Grégoire Ludig y David Marsais, precisos en cada reacción y entonación. En tanto, Adèle Exarchopoulos (La vie d'Adèle) se roba todos los minutos que tiene en pantalla interpretando a una mujer que tiene un problema vocal: incapaz de hablar a un volumen normal, grita todo el tiempo. Y es la antagonista que sospecha que Manu y Jean-Gab esconden algo extraño.

Conocido por sus comedias disparatadas que se salen de los moldes convencionales, el director Quentin Dupieux (Rubber, Le daim) desafía las expectativas en cada giro audaz del guion y, en sus mejores momentos, recuerda al cine de los hermanos Coen, al delinear tan bien la trayectoria de dos perdedores que conciben un plan descabellado para cambiar su destino y se embarcan en una aventura por los senderos más absurdos, pero reconfortantes de la vida.

Calificación: 8/10.

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