Festival de Cine de Lima 2023: Historias de Shipibos y Los delincuentes

Comparto mis críticas de dos películas que formaron parte de la competencia de ficción en el 27 Festival de Cine de Lima: Historias de Shipibos (Mención honrosa del Jurado de ficción y Segunda Mención Honrosa de la Crítica Internacional) y Los delincuentes (Premio del Jurado a la mejor dirección y Premio del Jurado de la Crítica Internacional).


Historias de Shipibos (Perú 2023) utiliza una estructura episódica para narrar la vida de un hombre shipibo en cuatro etapas: la niñez, la pubertad, la juventud y la adultez. A lo largo del metraje, vemos al protagonista crecer, madurar, explorar su propia cultura, entrar en contacto con las costumbres de la ciudad y cuestionar su propia identidad.

Con ese humor negro que el director Omar Forero ya había explorado en Casos complejos, aquí analiza cómo se construye la identidad y se reafirma la cultura de los pueblos originarios, mientras que la inserción en un entorno urbano puede motivarlos a renegar de sus raíces y tradiciones, para evitar la discriminación de las personas de la ciudad.

Como hacía Richard Linklater en Boyhood, Forero captura lo esencial de una existencia a partir de momentos cotidianos que marcan a una persona en la infancia y adolescencia, en la interacción con su familia, con los amigos o en la escuela. Y como en el cine de Apichatpong Weerasethakul, la selva y los ríos se convierten en los escenarios donde la gente se conecta con la naturaleza desde su propia cosmovisión, pero también donde la realidad y los sueños se funden en un solo tejido.

Historias de Shipibos destaca por la naturalidad de las actuaciones (en especial de los niños), la fluidez con la que transcurren los episodios y la calidez de Forero para retratar a sus personajes, con una mirada que derrocha empatía y no cae jamás en el exotismo.

Calificación: 7/10.


Los delincuentes (Argentina 2023) es una obra monumental tanto por su extensa duración (3 horas 9 minutos) como por sus ambiciones narrativas y estéticas. Comienza como una película de atracos, luego vira hacia la comedia del absurdo, para después dejar que fluyan el romance y el drama existencial. En esa constante mutación, la película se cuestiona en qué consisten la libertad, la felicidad y la realización personal.

En Buenos Aires, Morán (Daniel Elías) decide robar una importante suma de dinero en el banco en el cual trabaja. Planea dejarle el botín a su compañero Román (Esteban Bigliardi) para que lo guarde mientras él se entrega a la policía y espera pacientemente el cumplimiento de su condena. Sin embargo, con el paso del tiempo los planes se van transformando de formas insospechadas.

El director Rodrigo Moreno (El custodio) arma una fascinante estructura narrativa en la que juega permanentemente con la idea de la duplicidad y de los caminos que se bifurcan. Por ejemplo, los nombres de los protagonistas Morán y Román (así como de dos personajes secundarios: Norma y Morna) dan cuenta de existencias aparentemente intercambiables pero tan distintas, mientras sus destinos se cruzan y las acciones de cada uno se reflejan en la trayectoria del otro.

Moreno también traza un paralelo entre la vida tan agitada en la ciudad y tan apacible en el campo. En sus idas y venidas entre distintos géneros cinematográficos, entre distintos paisajes urbanos y naturales, la película va revelando progresivamente su verdadero núcleo: es una memorable fábula sobre el propósito de la existencia. Los delincuentes se pregunta si es más libre el hombre que vive esclavo de una miserable rutina laboral que no le da ninguna satisfacción o el hombre que dentro de una prisión está llevando a cabo el plan que le ha permitido sacarse las cadenas de esa existencia miserable en una oficina y que lo llevará luego a un campo abierto donde podrá correr a caballo, sentir el viento en el rostro y sentirse finalmente libre de ataduras.

Calificación: 8/10.

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