Festival de Cine de Lima 2024: El aroma del pasto recién cortado y Algo viejo, algo nuevo, algo prestado

Comparto mis críticas de dos películas argentinas que forman parte de la Competencia Latinoamericana de Ficción en el 28 Festival de Cine de Lima.


El aroma del pasto recién cortado (Argentina, 2024) es un notable drama que examina dos historias paralelas. Como si estuvieran sostenidos por un espejo, ambos relatos siguen un recorrido relativamente similar, marcado por la crisis de la mediana edad, la infidelidad y las ganas de resetear una vida adormecida. La diferencia está en el género de los protagonistas y en la manera en que su familia y la sociedad reaccionan frente a sus actos.

En la misma universidad, dos profesores de agronomía enfrentan una situación parecida. Natalia (la mexicana Marina de Tavira), casada y con dos hijas pequeñas, comienza un romance secreto con uno de sus alumnos, Gonzalo (Emanuel Parga). En tanto, Pablo (Joaquín Furriel), casado y con dos niños, tiene un amorío a escondidas con su alumna Luciana (Verónica Gerez). En casa, tanto Natalia como Pablo deben resolver asuntos domésticos, mientras sus respectivas parejas están desempleadas y las presiones económicas van causando mella en la vida conyugal.

Como ocurre en el cine de Emmanuel Mouret, quien a su vez bebe del cine de Éric Rohmer y Woody Allen, la directora y guionista argentina Celina Murga (La tercera orilla) observa las relaciones sentimentales de un grupo de personajes adultos y disecciona los recorridos del deseo, la atracción y la tentación de conectar sexual o emocionalmente con alguien aunque no sea su pareja.

Afortunadamente, Murga no juzga ni sentencia a sus personajes, pero sí nos invita a observar cómo el entorno reacciona de forma diferente cuando el tema de la infidelidad sale a la luz si se trata de un hombre o una mujer y qué quiebres genera eso para cada uno en su trabajo y en sus familias. El guion también analiza cómo uno y otra manejan el desbalance de poder en dos situaciones distintas: cuando uno de los cónyuges tiene trabajo y el otro no; y cuando el affaire ocurre con alguien mucho más joven y que además es un(a) estudiante universitario(a) con quien, en teoría, no se debería cruzar esa línea.

Anclada en las estupendas y multifacéticas actuaciones de Marina de Tavira (nominada al Oscar por Roma) y Joaquín Furriel, El aroma del pasto recién cortado observa con empatía y sin moralina cómo los protagonistas de cada historia paralela se entusiasman con el inquietante perfume de la novedad y de la frescura, lo que despierta en ellos sensaciones que se creían perdidas… pero también los lleva a cuestionarse si ese aroma efímero es suficiente para abandonarlo y arriesgarlo todo. El final aparentemente ambiguo deja algunas preguntas flotando en el aire, pero una certeza se impregna de todos modos: ante lo imprevisto, es mejor disfrutar el presente y aferrarse a su aroma, pues no se sabe cuándo se evaporará.

Calificación: 8/10.


Algo viejo, algo nuevo, algo prestado (Argentina, 2024) es ingeniosa, audaz y estimulante a nivel formal. Diluyendo hábilmente las fronteras entre lo real y lo representado, el director Hernán Rosselli combina el documental y la ficción para narrar algunos hechos que ocurrieron en su vecindario, usando para ello imágenes de diversa procedencia y alternando el pasado y el presente de la familia que retrata.

Las vecinas de Rosselli, Maribel Felpeto y Alejandra Cánepa, se interpretan a sí mismas… o en todo caso, a personajes que llevan su mismo nombre y que se dedican a lo mismo: administrar un negocio de apuestas ilegales y blanquear las ganancias para no declarar impuestos.

La narración nos muestra la rutina de la madre e hija a cargo de la empresa clandestina, mientras intentan lidiar con asuntos familiares y la amenaza constante de los allanamientos policiales. En ciertos momentos, el filme recuerda a algunas películas de gangsters o familias de mafiosos, llegando incluso en una escena a mostrar un guiño a Caracortada de Brian De Palma.

Lo más interesante de la propuesta de Rosselli está en la forma de usar los recursos narrativos para construir un relato deliberadamente ambiguo, que invita al espectador a cuestionar qué es real y qué es inventado. El montaje alterna escenas filmadas por el director en las que los actores interpretan a sus personajes, con videos caseros grabados por el patriarca de la familia en los años 80 y con registros de cámaras de seguridad de diversos establecimientos e incluso de operativos policiales. En tanto, a través de una narración en off, la protagonista Maribel Felpeto levanta poco a poco el velo que cubre los secretos de su familia.

Aunque el título hace referencia a esa vieja cábala de que en un matrimonio la novia debe llevar algo viejo, algo nuevo y algo prestado e incluso en una escena, vemos un video del matrimonio de Alejandra y su hija Maribel narra los accesorios que usó su madre ese día, hay otra lectura aún más interesante sobre el título. Rosselli revaloriza la capacidad del cine para entrelazar imágenes de forma fluida en una narración que combina lo viejo: imágenes del archivo familiar grabadas con una cámara de video; lo nuevo: imágenes filmadas en la actualidad en la que se representan las situaciones cotidianas de la familia; y lo prestado: imágenes de las cámaras de seguridad que captan instantes aparentemente triviales, pero que ocultan algunos detalles reveladores.

Calificación: 7/10.

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